La muerte de Honorio, Miguel Otero Silva.


La muerte de Honorio describe la situación de los presos políticos durante la dictadura de Pérez Jiménez. Dividida en dos partes llamadas “cuadernos”, Silva narra en una el traslado por vía aérea de cinco presos que ya habían sido torturados desde la Cárcel Modelo de Caracas a la Cárcel Nueva de Ciudad Bolívar. Dichos personajes son identificados por su profesión (El tenedor de libros, el periodista, el médico, el capitán y el barbero), cuyo final se conoce en el segundo cuaderno, que funciona como un epílogo.
En torno a la figura de Honorio, Silva describe los meses finales de la dictadura, narrando las torturas, la clandestinidad, la corrupción y la eterna lucha entre el atraso y el progreso que ha marcado nuestra historia. "Pero de nada valen mi afán de independencia ni mis ensueños cimarrones en una nación que sufre de furor uterino político desde hace siglo y medio, que no habla sino discursos políticos, que no sueña sino pesadillas políticas, que se emborracha con el propósito exclusivo de gritar improperios políticos en medio de la calle, que no ha tenido oportunidad de industrializarse, ni de higienizarse, ni de educarse, por estar discutiendo pendejadas políticas”, dice uno de los personajes.

Con un estilo directo, Otero Silva me lleva a cuestionarme si hemos avanzado como sociedad. La muerte de Honorio es la crónica de una época oscura y terrible que no se distancia mucho de nuestra realidad. Sus descripciones de las crueles e inhumanas prácticas de los esbirros son cercanas, casi podemos sentir el ring de caucho con hojillas, las agujas enhebradas por hilos de saco, los planazos, la falta de alimentos y luz, solo que ya no dentro de una cárcel, sino en el día a día.


Con un lenguaje sencillo, la lectura de esta novela no se hace cuesta arriba. Con un narrador omnisciente, la voz de los presos y su conciencia, el escritor despliega una riqueza narrativa que dota a La muerte de Honorio de una facilidad de lectura impresionante. Además, cuenta con un gran valor moral e histórico, ya que mediante su denuncia, se convierte en un libro indispensable para recordar a dónde no queremos volver. En definitiva, hay que leerlo.

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