Las viudas de los jueves, Claudia Piñeiro.



Detrás de los altos muros, los portones reforzados por barreras y grandes casetas de vigilancia, se encuentra Altos de la Cascada, alejada del resto del mundo. Allí viven familias que llevan un alto estilo de vida, que quieren mantenerlo cueste lo que cueste, donde un grupo de amigos se reúne semanalmente, alejados de sus hijos y sus esposas, que se han autodenominado “las viudas de los jueves”, pero una noche se quiebra su rutina y comienzan a descubrir un país que se desmorona y el lado oscuro de su vida “perfecta”.



Piñeiro se introduce de la crisis argentina del 2001, a través de un narrador en primera persona, que se intercala por los diferentes vecinos de la comunidad, retrocediendo para contar lo que realmente pasó. Con una fluidez envidiable, la escritora relata con detalle cómo ingresa a esa vida utópica la discriminación, la droga, la pornografía, las infidelidades, la rebeldía, el maltrato y el abuso hacia la mujer, demostrando que ninguna vida es perfecta y que el dinero no hace a la gente.



Maneja personajes muy bien caracterizados, con un argumento convincente y escenas cotidianas y reales. Poco a poco, la novela va dando un giro que nos llenan de sorpresas, hasta llegar a un final alucinante, escrito con una prosa sencilla, ágil, que se lee rápidamente, a través de personajes falsos, frívolos, tramposos, mentirosos, hipócritas y corruptos que llenan de dureza e incertidumbre las páginas de Las viudas de los jueves, que reflexiona sobre un estilo de vida que no se trata de ser, sino de aparentar.



Se cuestiona ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar para seguir manteniendo tu estilo de vida, mientras este va constantemente a peor? En este sentido, la novela escrita por Piñeiro es un extraordinario relato sobre los males del mundo en una microsociedad “de plata” que revela que los comportamientos humanos no tienen distinción de clases.


Saca a esa “buena sociedad” obsesionada por la apariencia y la buena vida, dentro de una dialéctica perversa, un mundo lleno de hipocresía, chismes, disimulos, infidelidades, esposas de adorno, injusticias, soledad, incomunicación, crueldad y violencia como en el resto de la sociedad de a pie. En esa tríada paraíso – caída – redención, los protagonistas se encuentran al límite del mundo, demostrando el desmoronamiento real e irreparable de aquellos que proyectan lo que no son.



En una historia sin héroes, llena de figuras contrarias, Piñeiro se vale de un lenguaje perfectamente adecuado al tema para hacer un análisis impecable del microcosmos social en un acelerado proceso de decadencia. En definitiva, Las viudas de los jueves es un retrato psicológico y social de un mundo acomodado, partiendo de una clase social idealizada, que apuñala sin piedad y que deja al lector boquiabierto. De mis favoritas de este año. Léanla, porque sí.

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