Yeong-hye es ama de casa y su marido Jung no las presenta como una mujer
ordinaria que, tras un sueño, bota todas las carnes de su nevera. Luego, su
cuñado nos cuenta la obsesión que desarrolla hacia ella y la inestabilidad de su
matrimonio. Por último, su hermana In-hye relata como el vegetarianismo de la
protagonista derrota su vida hasta
volverse loca y declarar su deseo de no ser una animal más.
He leído mucho y una gran diversidad de estilos, pero nunca me había costado
tanto leer un libro. La vegetariana no tiene comparación con ningún otro. La historia
de esta mujer corriente, cuya vida se convierte en una pesadilla, tras ser
consciente del desprendimiento progresivo de su condición humana y renunciar a
ser aquello que la obligan a ser, es perturbadora y violenta, pero
inevitablemente increíble.
Kang presenta a una sociedad potencialmente machista, retratanto el
papel de la mujer en Corea, donde no vale nada. Es una máquina de limpiar, un
objeto, un algo que no hace falta ni escuchar. La puedes violar y obligarla a
ser lo que tú quieras que sea. Es tuyo su cuerpo para hacer lo que quieras, sin
pedir permiso. En La vegetariana, logra hablar del machismo y el abuso sexual
de manera descarnada, sin pelos en la lengua, con una postura clara que no
pretende quebrantarse.
Por otra parte, deja un mensaje potente acerca del hecho de querer cambiar
y que lo único que se reciba sean burlas, juicios y rechazos, de gente que
intenta que no realice lo que quiere hacer. Se trata de la pérdida de identidad
y la negación de hacer en su vida lo que le de la real gana, por culpa de una
sociedad opresora. Extrapola la idea de vivir y dejar vivir, donde el
vegetarianismo es un mero instrumento, que le permite ahondar en los rígidos
moldes que nadie debería romper.
Las enfermedades mentales son un tema recurrente, pues cada uno de los
personajes arrastra un trauma que los lleva a sus límites. La autora no tiene
términos medios y se inmiscuye en un sinfín de temas complicados, para hacer
llegar la crítica hacia la sociedad y la conclusión acerca del hecho de hasta
dónde somos capaces de llegar para hacer el mal y hasta dónde cambia a la gente
que lo recibe.
Es un libro raro, sí, pero me ha encantado, porque página a página se va
superando. Hace falta toparse con escenas tan crudas para comprender lo podrido
que está el mundo, a través de personajes que pueden parecer exagerados, pero
que no son más que un compendio de todos los males de la humanidad moderna. Han
Kang nos hace pensar y nos llega, aunque cada quién tendrá un cómo y un porqué
particular.
Partiendo de ese hilo que nos une al mundo, La vegetariana se pasea en
el límite antes de que el mundo estalle. Yeongyhe hace un viaje de purificación,
en un alma que agoniza y que es descrita de una forma absolutamente bella y
perturbadora, en un brutal y violento proceso curativo. En definitiva, una
novela que cae como un puño en el estómago y que no dejará indiferente a nadie.
Tienen que leerla, aunque sus instintos se les resistan. Es necesario.
Afróntenlo.
Hola, soy Sarai del blog Soy Invenciblee.
ResponderEliminarMe encanta tu blog :))
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TE ESPERO :))