Baruca, Numas Frías Mileo.


Según la RAE, Baruca significa artificio, impedimento, truco, obstáculo o trampa, siendo esta la mejor herramienta para que un escritor como Mileo construya una historia llena de personajes, magia y paisajes, donde los conflictos del amor y de la sociedad se unan y se muestren bajo la excusa de la metáfora poética. El autor desarrolla una amplia perspectiva de diversos temas entre los que destaca a la muerte, a la política y algunos aspectos de la historia de Venezuela, estructurados a través del poder de los sentimientos y el poder, donde lo amoroso es la base de trama de Justina, articulada en la magia que reside en La Diamantina.

Frías Mileto desarrolla un rico imaginario, que le permite mostrar el folclore, el lenguaje coloquial y el color local, conjugados con elementos urbanos, a través de un lenguaje que le sirve para expresar los acontecimientos que fluyen en las vidas de los personajes, que buscan reconciliarse con ellos mismos, entremezclados entre la ciudad y el campo.

Baruca se compone de personajes humanos y certeros, donde destacan las mujeres, tocadas por la magia. Desde su título, el autor adelanta un universo femenino, lleno de culpas, injusticias, pobreza y, sobre todas las cosas, esperanza, cosa que las lleva a contar su historia que se quiebra poco a poco, dentro de su pueblo olvidado, en una metamorfosis, personal y silenciosa, consagrando su existencia, partiendo del amor que las lleva a la introspección.


Es una novela preciosa, llena de naturalidad y de un amor envolvente que lleva a sus personajes a volar, así sea por un instante. Numa Frías Mileo deja un hilo de optimismo en cada palabra que compone Baruca que es, en definitiva, una historia bien contada, llena de mitos y ritos que envuelven un secreto que le permiten al escritor resonar con fuerza para la literatura porvenir, pues promete traernos historias descarnadas, llenas de una prosa poética digna de admirar. A leer se ha dicho.

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