Después Caracas, José Balza.


 

Viva Venezuela.

Nunca había leído a José Balza y Después Caracas me mataba de curiosidad, pues narra la amistad que Juan Estable establece con su otro yo, Alejandro Giro.  Juan se convierte en un terrorista buscado por la policía y Alejandro establece un pacto de incondicionalidad en cada una de sus peripecias.

Es una novela marcada por la introspección, hacia la exploración onírica del ser humano, incluyendo recuerdos y acciones que se basan en su consciencia. La novela se va estructurando sobre la metamorfosis de Juan Estable, pues desde sus primeras páginas nos enfrenta a la auto-exploración de un personaje  que reflexiona sobre su actuación en un constante pensar. Él es una estela de sensaciones, de relaciones con el mundo, que emprende un viaje en una subjetividad en proceso, que cambia y permanece constantemente en una búsqueda, se explora, se indaga, cambia de piel, de máscara, en una progresividad circular que parte y vuelve a Caracas, después de un largo recorrido por distintos lugares en búsqueda de transformarse.

A través del tráfico de oro y diamante, Estable se introduce en una selva que lo arrastra por la voluptuosidad y que puede más que él, llevándolo al exceso de poder, se lujuria, sexo y burdeles, que convierten al corazón de la selva en la otredad de la ciudad moderna, en contraste con el paisaje y vértigo que maneja la naturaleza. Dentro de ella, la figura de Juan impone hegemonía y terror, frente a un ecosistema exuberante y amenazante, que propone destruir y que abre paso a un fuerte camino de violencia.

El personaje es una sucesión de máscaras. Siempre es otro. Pasa de ser un imponedor millonario y abusivo en la selva, a volver a los hábitos ciudadanos, al ser rescatado por Alejandro, que lo traslada de nuevo a la ciudad. Regresa a la cotidianidad y, a partir de aquí, Balza propone una tesis que expone que los medios de comunicación también manejan un inmenso poder sobre las masas. En Después Caracas, la televisión juega un papel simbólico de mandato y deseo, donde la mitificación se traduce en una perversión propia, llena de relaciones marcadas por el dinero, el sexo y el poder que ambos confiere.

En Después Caracas, presenta a un personaje víctima de un desdoblamiento psicológico, que sirve como sustento de una trama que articula dualidades amorosas, afectivas, morales, éticas y políticas, dentro de una sociedad regida por las élites políticas y corruptas, donde la televisión se convierte en un medio perverso.

La televisión se presenta como una metáfora de la ciudad, del país, pues se basa en estereotipos de degradación y violencia, donde todo es posible, menos escapar de ellos. Ambas se miran la una a la otra, atravesando la identidad de los personajes, mientras que Juan Estable las reinventa en sus sueños. Balza interroga esa secreta identidad que impone la ciudad sobre sus habitantes, oculta tras sus gestos, sus deseos, sus movimientos. Es, entonces, un campo de tensiones, donde refleja los acontecimientos ocurridos en Venezuela en 1989 y el alzamiento militar de 1992. Así, presenta a Caracas como un lugar simbólico, metamorfoseado en la pesadilla del poder político.


Balza muestra distintas facetas de nuestra ciudad en un tiempo de crisis que desemboca en un golpe de estado y una nueva metamorfosis en soledad., luego de la tensión y el trance. La crisis denota el agotamiento de lo existente y la emergencia de algo nuevo. De esta manera, Balza permite identificar y analizar su novela mediante la contemplación del personaje con la ciudad y la crítica a través del comportamiento de quienes lo rodean frente a ella. Juan Estable encarna el tiempo de la crisis, y se desdobla en dos seres en uno, que corresponden a una identidad moralmente sana y otra fundada en el deseo, el dinero y los privilegios que trae consigo. Es, en resumen, un personaje marcado por la soledad y los dilemas existenciales, mediante el recurso ficcional del doble, siguiendo esquemas clásicos, donde se transforma mediante una aventura, con la presencia de un amigo fiel y protector del héroe, con una mujer amada, a la que abandona y lucha por recuperar.

En definitiva, Después Caracas es una novela compleja, que presenta a un personaje que sufre diversas metamorfosis y que se ve identificado en una ciudad en crisis, representando el devenir de la sociedad venezolana a finales del siglo XX, lleno de decadencia, muerte y desaparición de un tiempo que da pie a que renazca uno peor.  A través de la amistad entre Juan y Alejandro, Balza hace un sinfín de reflexiones sobre su país, la televisión y la perversidad que rodea al mundo y que le permiten construir una novela maravillosa.

1 comentario:

  1. Hola! Me pasa lo mismo que con el anterior libro que comenté en tu blog, me parece muy buena reseña pero no termina de ser mi estilo, besos<3

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