Kilómetro cero, Leonardo Padrón.

Literatura venezolana para todos.

Me encanta la literatura venezolana contemporánea porque en ella veo mi cotidianidad. Leer diálogos que escucho en la calle, revivir sucesos que he vivido y transitar, a través de las descripciones, por las calles de mi país genera una conexión increíble entre mi venezolanidad y yo. Cuando comencé a incursionar en esto de los autores nacionales, sabía que Padrón y Kilómetro cero sería una lectura imprescindible, ya que es un gran ícono en nuestras letras y siempre se le ve rondando por ahí.

Sus novelas son un clásico de la televisión nacional y todos hemos visto por lo menos una. Sin embargo, en los últimos años se ha dedicado a la crónica, en periódicos, en internet y en esta ocasión en su libro, que recopila una serie de escritos interesantes que demuestran eso de que la crónica es un intento siempre fracaso de atrapar el tiempo en el que vivimos. Y eso es precisamente Kilómetro cero, pequeños fragmentos de realidad que logran conmover y llegar a lo más hondo del alma del lector.

Son historias ajenas y cercanas, llenas de frases que yo uso y que nos recuerdan eso que llaman ser venezolano. Mantiene ese firme amor por la literatura, conjugado con viajes llenos de melancolía e incredulidad. Es mi primer encuentro con el escritor y sin duda alguna, es el ideal para iniciarse, pues loga trasportarnos a todo lugar que describe. A través sus páginas, viajamos a La habana, Salamanca o Viena, incursionando en los sentimientos regados en la vida de los personajes, construyendo una trama que juega con ellos y con nosotros.

En definitiva, un libro increíble, compuesto por un conjunto de crónicas que me reflejan y que son el sentir de un pueblo que transita por un kilómetro cero.

1 comentario:

  1. ¡Hola Mariana!
    Había oído hablar de este título pero no me había parado nunca a leerlo. Ahora que sé de lo que trata no estaría mal hacerlo. No estoy muy actualizada sobre todo lo que ocurre en Venezuela. Me voy enterando de las cosas a trompicones, y es muy triste que lo último en lo que se piense sea en el ciudadano.
    Que un escritor se decida a escribir sobre los tejemanejes de un país es todo un logro. Los de arriba no quieren que los demás países sepan lo que ocurren entre sus tierras y seguro que Leonardo lo hace desde el máximo respeto hacia el país y habitantes.
    Espero que este libro llegue mucho más lejos de lo que está hasta ahora :)
    ¡Un beso guapísima!

    Etérea

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