En El corazón
helado, ningún hecho es mera coincidencia. Además, todo está inspirado en
hechos reales. Por ello, críticos aseguran que esta es la novela más ambiciosa de Almudena
Grandes, pues articula historias, sentimientos, pasiones y emociones dentro de la
trama, con un estilo artístico, moderno y estructurado.
Esta novela es
un océano de historias, compuestas por miles de personajes. Tanto, que ronda
las mil páginas. Aun así, no me parece que haya cosas de más, pues en cada una
de ellas, hay episodios y situaciones interesantes, llenas de dramatismo, en los que la
autora hace análisis psicológicos bastante interesantes, que se adentran en los
conflictos más íntimos de los personajes, donde se enfrentan consigo mismos,
con sus seres queridos y con el pasado trágico del que forman parte.
La columna vertebral de esta novela es la
historia de dos familias españolas en la Guerra Civil y la posguerra, comenzando por el entierro de Julio Carrión,
en marzo del 2005. A partir de allí, la novela se divide en tres partes con 5,
15 y 5 capítulos en cada una. En esta composición simétrica, Grandes recrea la
historia de España desde la Guerra hasta el presente, a través de dos
narradores alternantes, Álvaro Carrión, que cuenta la historia de su familia y
un narrador omnisciente, que habla de los campos de refugiados y la resistencia
francesa en la II Guerra Mundial. Entre ambas voces, conocemos la historia, que
encarna el sentimiento de una nación en conflicto.
En El corazón
helado, ningún hecho es mera coincidencia. Además, todo está inspirado en
hechos reales. Por ello, críticos aseguran que esta es la novela más ambiciosa de Almudena
Grandes, pues articula historias, sentimientos, pasiones y emociones dentro de la
trama, con un estilo artístico, moderno y estructurado.
Esta novela es
un océano de historias, compuestas por miles de personajes. Tanto, que ronda
las mil páginas. Aun así, no me parece que haya cosas de más, pues en cada una
de ellas, hay episodios y situaciones interesantes, llenas de dramatismo, en los que la
autora hace análisis psicológicos bastante interesantes, que se adentran en los
conflictos más íntimos de los personajes, donde se enfrentan consigo mismos,
con sus seres queridos y con el pasado trágico del que forman parte.
Grandes, además,
construye esta obra desde un uso impecable del lenguaje, apoyado en el
movimiento realista, con el fin de crear personajes complejos, en escala de
grises. En este panorama, coloca al amor como único salvador de sus personajes,
trabajado mediante un estilo libre, que da pie al monólogo interior y donde,
sobretodo, la conciencia fluye a plenitud. Así, une tradición y modernidad para
llegar al final de la novela, donde se aclaran todas las tramas sueltas. Valiéndose
de recursos literarios complejos y bien trabajados, enfatiza los sentimientos,
el drama y la tragedia, lo que permite que sus personajes hagan catarsis
constantemente, desde una profunda introspección psicológica, que deja ver
pedazos de su alma.
Con El corazón helado, Grandes demuestra que la política del
perdón, del olvido y del silencio como “pacto” para la “paz” nunca sirve de
nada. Se perdona, pero no se olvida, pues para las generaciones marcadas por el peso del
pasado familiar e histórico, ya sea a nivel personal, grupal o nacional, que
les ha hecho perder su identidad, no se puede construir un país sobre los
cadáveres de aquellos que quedaron callados para siempre. Es en este punto
donde Almudena Grandes hace chocar a los facetas de una misma España, que
siguen vivas y que, por un lado, celebran la guerra y, por el otro, la
lamentan. A modo de exorcismo, la escritora saca todo lo que la Guerra Civil
significa para ella y deja sanar sus heridas, con el fin de relatar la historia
de un pueblo que aun sangra, llora y sufre por lo que perdió, lo que hace de El
corazón helado una novela compleja y profunda, que es el retrato de una nación
de piedra.
En definitiva, Almudena Grandes conjuga la historia social
con el sentimentalismo para comprender el pasado en búsqueda de un mejor
presente, valiéndose de una narración sencilla, que hace ligera la lectura de
este gran número de páginas y nos mantiene interesados por el devenir de los
personajes. En fin, este es un texto lleno de reflexiones, amor y heridas que
sanan, lo que dota a El corazón helado de una fuerza narrativa brutal, que ha
calado a lo más profundo de mi ser.
¡Hola!
ResponderEliminarNo es un género que me llame la atención así que dudo que lo lea.
Un beso.
Hola!
ResponderEliminarNo suelo leer este tipo de historias pero desde que me cayó en la PAU el año pasado un comentario de texto de Almudena Grandes, he tenido en mente leer algo de esta escritora, pues no la conocía, así que quizás lo lea
Un beso!