Así es como la pierdes, Junot Díaz.

Viva Junot Díaz.

En mi reseña de La maravillosa vida breve de Óscar Wao quedó clarísimo lo mucho que me gustó el estilo del autor. Tras varias horas de investigación en Internet, caí con Así es como la pierdes, del mismo señor, y supe que no podía dejar de leerlo. En ésta novela, se consagra como uno de mis escritores favoritos y va directo a mi top de favoritos de éste año.

A penas comencé el libro, me enamoré:  Díaz es capaz de definir una infinidad de cosas con pocas palabras, con una prosa espectacular, que no abusa de descripciones y que se limita a lo mínimo para describir las vertiginosas curvas de las mujeres caribeñas. Estas son las protagonistas de casi todos los relatos que componen este libro y se basan, de una manera u otra, en diversas situaciones por las que atraviesa el narrador, Yunior, una especie de alter-ego del mismo Juniot, con el mismo estilo que vimos en La maravillosa y breve vida de Óscar Wao.
A través de caminos que van en todas las direcciones posibles, Díaz nos conducen a pasear por las calles de los suburbios de Newark, mostrándonos la ciudad desde su lado más natural y permitiéndonos seguir el día a día de sus personajes. Esto dota a la obra de una sensación de cercanía increíble, que se teje a través de un montón de personajes variados, desde tipos maduros, que van dejando familia donde quiera que pisan, hasta mujeres que son víctimas de sus fechorías. 


Página a página conocemos a nuevas de ellas, mientras que Yunior narra su peripecia, a la par que nos cuenta la agonía de su hermano enfermo. En consecuencia, Así es como la pierdes traspasa la barrera de una simple recopilación de relatos y entra dentro de esa representación de una novela “defragmentada”, con una paulatina sensación de viaje, llevando a la crónica social a gran escala.

Junot Díaz es una de las voces más atractivas de la ficción contemporánea, pues es ágil, enérgico y sumamente ecléctico. Además, tiene la facilidad de pasar de las aflicciones de la historia dominicana a los elementos más banales de la vida en Nueva Jersey. En ésta nueva colección de relatos, hace una interpretación miniaturista, estructurada musicalmente, donde hay una infinidad de variaciones sobre un tema principal, que se inmiscuye en lo femenino y en lo difícil que resulta para Yunior transitar entre dos culturas. 

El escritor hace muchísimas referencias hermosas y memorables Santo Domingo, su tierra, a la vez que evoca al exótico mundo de Nueva Jersey. En este contexto, el autor introduce numerosos temas, entre los que destacan el maltrato a la mujer, el abandono familiar y el machismo propio de aquellos para los que las mujeres son objetos sexuales.  


Yunior, el protagonista, se considera inteligente y sensible. Planea convertirse en escritor y dice que “tiene un coeficiente intelectual que te partiría en dos” (...) Sé cómo suena eso -defensivo, poco escrupuloso- pero es verdad. Soy como cualquier otro: débil, lleno de errores, pero en el fondo soy bueno”.  Esto le permite trazar retratos de las mujeres que conoce, marcadas por experiencias en una escala de grises, que muestran un poco cómo funciona el amor fuera de los estereotipos. 

Eso sí, no es un gran análisis detallado del amor, tampoco pretende sero. Es sólo una pequeña visión de esa gran idea que mueve al mundo sobre cómo debería ser el amor, alejada de lo marcado socialmente, porque ¿quién dijo que los sentimientos más puros no podían expresarse desde la ruptura? Es por esto que Así es como la pierdes resulta un estudio amargo, descrito con un tono ligero y liviano, con mucha melancolía, de las relaciones íntimas entre diferentes entes latinoamericanos, que van desde parejas hasta hermanos, hijos y padres, de lo amoroso a lo familiar.

Del amor también pueden hablar parejas traicionadas, despechadas, novios arrepentidos, madres que supervisan a sus hijos, amistades que observan con paciencia y apoyo cómo sus amigos toman decisiones terribles. De pasión también pueden hablar maridos maltratadores y quienes no diferencian el sexo y el amor. 


Todas estas voces encuentran en Así es como la un refugio, que Junot Díaz une para crear una novela maravillosa, que es un canto al amor que es rosa y es espina. En consecuencia, consigue dar un mensaje universal, humano y reconocible: amar es complicado, a la par que aborda las dificultades de ser inmigrante y el tener que adaptarse a una realidad distinta, alejada de tus orígenes.

Además, me encanta escuchar una voz masculina y latina hablando del papel del hombre en una relación. Aquí se aborda bastante el tema de la promiscuidad del macho latino, pero en vez de hacerlo desde la perspectiva de las mujeres luchonas y abandonadas, lo hace desde la perspectiva del hombre arrepentido, que jura no volverlo a hacer y que sigue cometiendo el mismo error. Junot Díaz hace un perfecto retrato del hombre latinoamericano, de sus influencias y de su manera de ver la vida a lo largo de la historia, donde es siempre esa figura que abandona, que deja, que es infiel, que maltrata, que hiere y que va dejando familia y dolor por donde quiera que pisa.

Más allá del gran y sencillo retrato del amor imperfecto, me encanta que Díaz intente analizar a fondo la psicología del hombre latinoamericano y la receptividad pasiva de la mujer de este lado del charco. En sus relatos, podemos ver protagonistas que escapan de los cánones y que son cien por ciento reales. En general, Así es como la pierdes es un libro que va contra lo establecido, pues además, se narra todo con un lenguaje sencillo, conmovedor, atravesado por el español de los inmigrantes dominicanos. 



A veces engañosos, otras conmovedores, los relatos de Así es como la pierdes destacan por numerosos temas. Díaz es capaz de conjugar la grandeza de la forma con la importancia del lenguaje, a partir de hechos muy banales, que a veces rayan en lo estúpido y que terminan dando lecciones increíbles.

Este es un libro que he amado con locura y que recomiendo encarecidamente. Esta guía de infidelidades termina convirtiéndose en una novela dura y amarga que habla de cómo funciona el hombre latinoamericano y del sufrimiento de los hijos que va dejando, abandonados a la suerte de crecer sin padres. 

Díaz construye un mundo en el que, en lugar de bajar la cabeza y asumir la responsabilidad de sus infidelidades, los hombres caminan con “una sonrisa que tu propia cara mentirosa recordará hasta el día que mueras”. Así es como lo pierdes es, en definitiva, una novela que aborda la cultura machista que rige a los hombres y mujeres latinos estén donde estén. 

De nuevo, Junot Díaz con una prosa increíble aborda el enigma de las mujeres y el amor, a través de nueve relatos encabezados por su alterego, que narran una realidad que sigue y que constituye un manual que concluye los motivos por los cuales terminas perdiéndola. 

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