De qué hablamos cuando hablamos de amor, Raymond Carver.

Me encantan esos libros cuya fuerza impacta, esos que te desajustan, te desequilibran, que te golpean con fuerza. De qué hablamos cuando hablamos de amor es uno de ellos.

En él, Carver estructura una serie de cuentos que complejizan la idea del amor. Cada uno de ellos me produce sensaciones muy fuertes, sentimientos encontrados, pero a fin de cuentas, me han encantado.

El autor no nos muestra historias completas y definidas, sino que nos muestra cabalmente el tránsito diario de cada uno de los individuos que introduce. Las historias de éste libro no suelen tener una resolución definida,y es ahí donde se halla el potencial de la obra. Con finales abiertos, diálogos inconclusos y gestos que dicen más que mil palabras, Carver construye una historia que le permite al lector adentrarse en las vicisitudes del amor, en un entramado de felicidad y dolor. 



Los argumentos de cada cuento están tan bien trabajados que es imposible resistirse a la emoción de completarlos y disfrutar una y otra vez de ellos. En cada uno de sus cuentos, el autor prescinde de muchas cosas y deja que el lector se base en sus silencios y omisiones. Cada cual se basta a sí mismo, con lo que dice y con lo que no, constituyendo así una mirada rápida e indeleble de algún episodio de amor, soledad, deseo y casi cualquier cosa que gire en torno a ese sentimiento que nos une a todos como humanos. 

Entre mis cuentos favoritos están “Visor”, “Balverde”, “Veía hasta las cosas más minúsculas”, “Diles a las mujeres que nos vamos”, “Después de los tejanos”, “Las cosas que acabaron con mi padre”, “La calma” y “De qué hablamos cuando hablamos de amor”.  Sorprendentemente, ninguno de estos derrocha dulzura o desborda romances estúpidos. Carver prescinde de eso y se basa en el tan famoso "realismo sucio" para construir sus cuentos. Él, que fue un alcohólico desapasionado y autodestructivo, hace de su novela un catálogo de personajes similares a lo que fue: desde maridos maltratadores hasta camareros, que son víctimas y protagonistas del más puro y sincero amor que corre por las páginas de estas historias cargadas de realidad.  

En definitiva, De qué hablamos cuando hablamos de amor es un libro genial, que no pueden dejar de leer y que construye una buena ideal, sobretodo real, de lo que es el amor, alejado de todos los estereotipos y tratándolo desde la realidad. Así, este libro parece ser una lectura necesaria, por ello, espero que la lean pronto, porque a mi me gustó muchísimo.  

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