El color púrpura, Alice Walker.




Me encanta el drama. Por ello, al ver que Emma Watson recomendaba encarecidamente esta novela y luego de leer su argumento, no dudé en hacerme con El color púrpura. Es una novela compleja, cruda, llena de detalles, que hay que leer con calma. 

Esta es una historia que, entre muchos otros puntos complejos, nos presenta a una protagonista doblamente discriminada, por los blancos y por su propia raza negra. Sin embargo, sobre esos dos puntos, pesa más el punto machista, que se alza sobre Celie, una mujer afroamericana del sur de los Estados Unidos, que es forzada a casarse con un mal hombre. Además, esta chica tuvo una infancia dura, gracias a su padre, quien la maltrató, en compañía de su hermana Nettie, su único apoyo, durante años. Luego de que ambas chicas son separadas, Celie comienza a compartir sus desdichas con Dios y, poco tiempo después, con una amiga de su marido, que resulta ser su gran apoyo.

En estas 220 páginas, Walker hace una profunda crítica social, desde el machismo, el abuso, la violencia y el odio, valiéndose de una narración epistolar. A través de esta, permite que Celie vea un mundo más allá de las cuatro paredes que la han rodeado siempre. Así, va descubriendo sus derechos y su valor, empoderándose y luchando para conseguirlos en compañía de mujeres extraordinarias, que le dotan de la autoestima y la fuerza necesaria para perdonar (se) y seguir adelante. 

En la escritura, ella encuentra un refugio y un apoyo al mejor estilo de Anna Frank, pues deja en las cartas todo lo que la atormenta. En un principio, comienza escribiéndole a Dios y luego a su hermana Nettie, haciendo una dura crítica a un país asolado por el consumismo y el capitalismo. A través de sus narraciones epistolares, crece y madura, encarnando la realidad de las mujeres (no solo afroamericanas) del siglo XX, abusadas, calladas, maltratadas, que se apoyaban entre sí para combatir lo que les tocó vivir.  y apoyadas unas en otras para combatir la cruel realidad.

Lo que más me gusta es que en ningún momento se victimiza, sino que se autolibera. A través del apoyo que le dan otras dos mujeres, saca fuerzas de donde no las hay para demostrarse a sí misma y a su alrededor que ella vale. Y mediante sus cartas, llenas de sentimientos, captamos su determinación, su admiración y amor sus amigas y el odio hacia su padre.  

Es un libro que inclusive hoy en día causa mucha controversia, no sólo por la representación de la figura masculina afroamericana que se plasma, donde salen bastante malparado, sino también por la atracción entre la protagonista y otra mujer, que puede tomarse como un punto de apoyo para ese brutal cambio que hay en Celie y que fue sumamente controversial en su época. 

En definitiva, una novela genial, que me encanta y en la que Walker plantea una idea del perdón bastante liberadora, a la par que habla de empoderamiento femenino, lesbianismo, lucha y entereza. Espero que la lean, no se van a defraudar.  

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