La metamorfosis, Franz Kafka.

Vivan esos libros que nos mandan a leer en el colegio.

Normalmente, la gente no suele leerse los libros que mandan en el bachillerato. Que si son aburridos, que si para qué: no suelen gustar. Pero lo cierto es que a mi todos me han encantado. Probablemente sea porque tengo la mejor profesora del mundo, que es la carne de mi uña, y no podemos dejar de lado que son grandes obras de la literatura.

Entre muchos libros leídos para la escuela, el primero que siempre se viene a mi mente es La metamorfosis, porque se convirtió en uno de mis libros favoritos por los siglos de los siglos y aunque han pasado casi tres años, aún recuerdo mi impacto y asombro al llegar al día siguiente luego de terminar el libro con ganas de morirme por ese final.

Pero la mejor parte vino a la hora de analizar la obra. Es fascinante ver la cantidad de símbolos que hay dentro de ella, porque a fin de cuentas Gregor Samsa y Franz Kafka son la misma persona. Éste hombre fue un genio, que a través de una cucaracha relató su cruel vida y un montón de cosas más.

 

Y es que hablar de La metamorfosis es complicado, todo ha quedado dicho, pero a la vez quedan muchos detalles por fuera. Le tengo un gran amor a ésta novela y no quería dejar de hablar de ella y adentrarme bien a fondo como normalmente lo hago, pero cualquier detalle técnico que deje por fuera está en internet. Hay varios ensayos interesantes por allí que pueden chequear googleando el nombre del libro y que les pueden ayudar a entender más ciertos puntos del contexto que no voy a abordar porque esto no es Wikipedia.

Gregor Samsa, un comerciante viajero que repite la misma rutina día a día, se transforma en un insecto horrible y asqueroso, de un gran tamaño que yo asocio con una cucaracha. En un principio, pensaba que era un sueño, pero al ser rechazado por su entorno, menos por su hermana Grete, cae en cuenta de que se ha convertido en un ser con un pegajoso y peludo cuerpo, y poco a poco se empieza a aceptar como tal, come basura, rechaza la comida normal y se adapta a su nuevo cuerpo.  Él escapa, o por lo menos lo intenta, pero en un forcejeo con su padre y unas manzanas, termina infectado por una que es la causa de su fatal muerte, y el inicio de una mejor economía para su familia.

En resumen, la metamorfosis es un libro que aborda la deshumanización del hombre ante la sociedad capitalista, recordemos que fue publicada a principios del siglo XX, cuando comenzaba esa explotación del hombre, que es a fin de cuentas lo que hace Gregor, que trabaja como un animal para pagar la deuda que tenían sus padres, hasta el punto de convertirse en un animal. Y su familia lo discrimina por su nueva condición, sin valorar todo el esfuerzo que hizo para pagar lo que debían, y es así como él se da cuenta de que en vez de ayudar, empeoraba la situación y decido no estorbar más y dejar de consumir la comida, para terminar con su vida de sacrificio y maldita rutina.

Y es que es una obra sumamente autobiográfica. Empezando porque el sonido de Gregor Samsa y Franz Kafka es prácticamente igual. Dentro de ella, están todos los temores y miedos interiores del autor, expuestos mediante un repugnante insecto.

 
No podemos dejar de lado la relación entre Kafka y su padre, que es muy similar a la de la novela, y es que hay una carta donde Franz le escribe a su padre cómo se siente, se describe como un ser dominado, aplastado por un padre titánico, un claro sentimiento de inferioridad que se ve en la novela. Además, la culpabilidad es uno de los puntos más importantes, pues sabe que haga lo que haga, no conseguirá ser lo que su padre quiere que sea, pague las deudas que pague. Y ambos sentimientos ligados, lo hacen fracasar en la vida. Sin embargo, él intenta que Gregor supere sus miedos, se rebele contra la vida, aunque no lo consigue.

Y es su padre el que crea inseguridad en ambos casos. Desde el principio, vemos a dos personas indefensas que ya eran insectos antes de transformarse, incapaz de valerse por sí mismo. Porque además era judío, una religión sumamente machista que poco tiempo después comenzó a ser perseguida, ¿acaso por aquí vienen los tiros? Es probable, pero quién sabe.

En definitiva, una obra con múltiples posibilidades y vertientes, cuya originalidad y valor caen en reducir a lo absurdo un entorno cotidiano y rutinario. No es la trama, sino las reflexiones que realiza de la vida humana y el mundo onírico que se va construyendo. Con una escritura magnífica, Franz Kafka nos narra la vida de un hombre que se transformó en insecto, pero que ya llevaba siéndolo mucho tiempo y cuya rutina y entorno familiar terminó por acabarlo.

4 comentarios:

  1. Hola. Debo admitir que hace muchísimo tiempo leí esta novela y en aquella época me gustó, creo que es hora de ir haciendo una relectura para revivir y reinterpretar esta obra.

    Saludos y nos seguimos leyendo.

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  2. El comportamiento humano ante lo extraño: que lo ajeno no tiene voz ni decisión y por tanto es obligado al encierro y en definitiva a la muerte. La costumbre y dependencia familiar que al mero cambio puede llegar al desagradecimiento e incluso desconocimiento en no aceptar la realidad de esa transformación, que ese "bicho" no puede ser Gregor: el que alguna vez fue pilar fundamental en la familia. La falta de compresión y tacto ante una metamorfosis social inmediata donde se refleja tanto los miedos como la capacidad de tolerancia, en este caso la tolerancia de la hermana, que al principio lo ayudaba pero que a la final explota, y que curioso, cuando el "bicho de Gregor" quería comunicarse de alguna forma, tener voz: en ese momento ya estuvo destinado a Morir en la familia..
    Hoy lo lei, me gustò.

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  3. https://filosofiacriticaposmoderna.blogspot.com/2018/10/la-metamorfosis-aka-la-transformacion.html?m=1

    Un análisis sobre La metamorfosis de Kafka coma base para una reflexión hacia un nuevo sentido de dicha obra.

    (PDF con el texto completo: https://bit.ly/33J2Bn5)

    Obviamente, los dos primeros tercios de la presente entrada son totalmente soslayables para quien conozca la obra y lo que académicamente se ha dicho sobre ella. La novedad, si es que como tal podemos presentar el presente análisis, se constriñe a lo escrito en el capítulo Buscando un sentido alternativo, y en menor medida, en el último capítulo, Una carta de Kafka a Kafka.

    Buscando un sentido alternativo

    Pero ¿Y si, si bien es válido encontrar a la obra múltiples sentidos -en función, obviamente, de nuestros intereses, aunque ello imprima un sesgo a la búsqueda de esos sentidos- Kafka no hubiera albergado ninguno de esos -ya canónicos- sentidos al escribir La metamorfosis?
    Veamos lo que Millás en su prólogo recoge: “Dice Maurice Blanchot que aunque Kafka sólo quiso ser escritor, en su Diario íntimo se revela como algo más, de modo que una vez leído este diario, «es a él al que buscamos en su obra». Y añade: «Esa obra forma los restos dispersos de una existencia que aquélla nos ayuda a comprender, testigo inapreciable de un destino excepcional que, sin ella, habría permanecido invisible».”
    Así pues “«es a él [, a Kafka,] al que buscamos en su obra»”. Busquémosle, pues.
    Si queremos, porque parece ser que sí queremos, ver a Kafka en Samsa, proponemos ver en la transformación de Samsa en cucaracha, la transformación de Kafka en escritor, y en base a ellos, analizaremos a continuación el desarrollo del argumento.
    A partir de aquí, y hasta nuevo aviso, donde aparece Kafka, se debe leer Samsa, y donde escritor, cucaracha.
    Kafka un día se descubre, y se reconoce, a sí mismo como escritor, profesión que sabe que le va a alejar de una forma radical de su familia, incluso, ¿por qué no?, es posible que ni le entiendan, por -o a pesar de- ser escritor y aunque él y su familia utilicen el mismo idioma. Pero Kafka no siente odio ni rabia por el tiempo en que sí se entendían, el tiempo en que, de alguna manera, él les pertenecía (“a su alrededor todo estaba tranquilo, aunque, sin duda, la casa no estaba vacía. «Qué vida tan apacible lleva mi familia», se dijo Gregor y, mientras miraba fijamente en la oscuridad, se sintió muy orgulloso de haber podido proporcionar a sus padres y a su hermana una vida así, en una casa tan bonita.” La metamorfosis). Sin embargo, sí le preocupa cómo en el futuro su decisión de anteponer su profesión, ser escritor, impactará en sus relaciones familiares (“Pero ¿qué pasaría si toda la calma, todo el bienestar, toda la satisfacción, tuvieran ahora un espantoso final?” La metamorfosis). En ningún momento de la novela Kafka nos muestra un sentimiento negativo o vengativo para con su familia, ni tan siquiera en el más que famoso final, al que volveremos más tarde...

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