Qué difícil hablar de un libro como éste.
Siempre había tenido muchas ganas de leer a
Kundera. No sabía muy bien por dónde empezar, y hace más de un año me compré La
insoportable levedad del ser y entre una cosa y otra lo fui pasando y pasando,
sobretodo porque me daba miedo, había leído la sinopsis y sabía que era una de
esas historias que una vez que empiezas, no hay marcha atrás, de esos que te
marcan y te cambian, pero lo cierto es que terminé por leerlo, en parte porque
soy muy masoquista, y efectivamente, es un libro irrepetible, completamente
genial y que como era de esperarse (y como sucedió mucho en el 2016) cambió mi
perspectiva sobre ciertos puntos bastante interesantes.
Hablar del amor es un tema complicado. Más
aún si lo enmarcamos dentro de un contexto político tan complejo como el de
Checoslovaquia y Europa en general de mediados del siglo XX, y además,
partiendo de un concepto de Nietzsche que enmarca la inutilidad de la
existencia y la necesidad del eterno retorno, por el cual todo lo que se vive
ha de repetirse perpetuamente, sólo que de manera diferente y sin ser tan fugaz
como en un principio, como dicta el principio Einmal Its keinmal: lo que sólo
ocurre una vez es como si nunca hubiera ocurrido.
Y por sobre todas las cosas, Kundera
nos presenta el lado real del amor que se aleja de todos los estereotipos, es
una extraordinaria historia de amor, que nos habla de celos, de sexo, de
traiciones, de muerte y de las debilidades y paradojas de la vida cotidiana de
dos parejas cuyos destinos se entrelazan irremediablemente. El autor, va
tejiendo con “diabólica sabiduría” los pensamientos y actos de sus personajes,
llevando al lector a empatizar con el personaje, hasta el punto de sentir que
es él. Es un libro dirigido al corazón y la cabeza del lector.
El cuarteto, compuesto por Sabina,
Teresa, Franz y sobretodo Tomás, una especie de alter ego de Kundera, a los que
se suman Karenin y Simón, forman el
rumbo de ésta historia. Por su parte, Teresa, una camarera praguense,
obsesionada con Ana Karenina y que usa los libros como contraseña, y Tomás, un
cirujano que temrina siendo represaliado por el régimen comunista. Ambos
conforman una urdimbre de celos y sospechas, de sueños y augurios negativos que
harán que ambos tomen decisiones equivocadas, exilios suizos y un viaje a “la
ciudad más hermosa del mundo” en el momento más inoportuno. Ellos conforman el
peso, el eterno retorno que planteaba Nietzsche que los condena a repetir
infinitamente los mismos errores como si los estuvieran cometiendo por primera
vez y a conformar un vacío que los une y los destroza en igual medida. Luego,
tenemos a Sabina (que encarna a todas
las mujeres que no son Teresa) y a Tomás, que conforman la levedad, que van en
busca de una misión que carece de vida (aunque no lo comprenden), pues la
existencia no admite revisiones ni enmiendas. En efecto, los celos de Teresa
por Tomás, el terco amor que hay entre ellos y el incontrolable deseo de él por
otras mujeres; el idealismo extremista de Franz, amante de Sabina, y la
necesidad de ella, que a su vez es amante de Tomás, de perseguir una libertad
que sólo los conduce a la insoportable levedad del ser, convirtiéndose simplemente
en una reflexión de problemas filosóficos que les afecta de manera particular
en su día a día.
Se ven atrapados en una historia de
sentimentalismo, celos, infidelidad, independencia, aventura, destino, incomunicación
entre un millón de factores más que vienen ligados a un entorno represivo a
nivel sociopolítico que le dan la oportunidad al narrador en primera persona,
de establecer reflexiones existenciales, compartiendo ideales vitales y filosóficos
con respecto a la situación política que rodea a los personajes y se basa en
ellos para captar el desgarro de Praga y Zúrich aquella primavera del 68.
Realizando una crítica al comunismo
soviético y mediante una prosa llena de humor, ironía y cinismo, Kundera nos
ubica dentro de un absorbente relato “pluriemocional” que mezcla múltiples y
complejas texturas, el erotismo, la búsqueda y conquista del amor y la crítica
sociopolítica con un estilo filosófico y sin divagaciones que explora las
relaciones humanas dentro de un contexto en el que no hay libertad, fluctúa
entre la elección de la ligereza y la superficialidad de existir y el
compromiso que hay entre la fortaleza y el peso de tal existencia.
En definitiva, una obra que aborda
puntos sumamente interesantes y que me ha encantado; Kundera ha construido una
obra completamente filosófica que se enmarca entre las mejores novelas del
siglo XX y que nos presenta a las relaciones humanas desde un punto de vista
que no suele abordarse tan de lleno: el lado oscuro. Uno de mis libros
favoritos del pasado año 2016 y que espero que disfruten tanto como yo.
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