Viva el
Pietri.
Hace
poco más de un mes tuve que hacer una exposición sobre Las lanzas
coloradas, de Arturo Uslar Pietri y quedé enamorada. Uslar Pietri es un maestro de las letras
venezolanas que verán muchísimo por aquí de ahora en adelante y
que con esta novela, que se va directo a mi top de este año, se ganó
mi corazón para siempre.
Las
lanzas coloradas es su novela más famosa y en ella se relata un
episodio de la guerra de independencia de Venezuela, cuando la región
del llano fue asolada por el general Boves. Nos sitúa en el intento
fallido del prócer venezolano Simón Bolívar de liberar la
Capitanía General de Venezuela de manos del poder español, aunque
nunca se hace presente. Además, refleja el espíritu de
independencia criollo y la sublevación de los esclavos.
La
novela se ubica dentro de la guerra de independencia en lo que fue la
Capitanía General de Venezuela en los años 1813 y 1814, cuando la
batalla llegó a su clímax de heroísmo y sacrificio y se concentra
en los valles de Caracas, cerca de Aragua, comenzando en El Altar,
Maracay, paseándose por Santiago de León de Caracas y terminando en
La Victoria, donde esperan la llegada del General Bolívar,
Presentación Campos es encarcelado y el General Boves pierde la
lucha por acabar la 1era república.
En el
año 1814 se desarrolló la insurrección popular comandada por José
Tomás Boves (donde murió) y el autor toma ese único año, esa
cápsula diminuta, y comprende, viendo desde lo más pequeño, a
través de un corto período de tiempo, el uso de la violencia en las
tierras venezolanas y latinoamericanas, no sólo en las batallas,
sino en episodios como en la violación de Inés.
Un
hecho histórico – social relevante es la batalla de la Victoria,
ocurrida el 12 de febrero de 1814, donde Boves y Bolívar se
encuentran y constituye el punto central de la novela, donde los
godos y los patriotas se enfrentan, saliendo los hispanos como
vencedores, a pesar de no contar con Bolívar, y mediante estas
figuras observamos cómo el mundo fenece destruido por la avasallante
guerra que acaba y trastorna todo lo que toca, así como nos muestra
la incapacidad de una clase social al asomarse a la gran matanza que
sucede.
Uslar
Pietri nos transporta con Las Lanzas coloradas al momento crucial de
la historia venezolana y se ubica en el trance de su independencia y
las atroces vicisitudes que la rodean. El infortunio, la desolación
de la tierra arrasada, la sombra del fracaso y el derrumbe de los
ideales son hechos que ocurrieron dentro de éste proceso y que rara
vez son presentados, que se ponen sobre la mesa en la obra para
debatir en el presente con las realidades más cercanas. Es una
novela histórica que se centra en la guerra y en las consecuencias
que acarreó, donde hay un montón de conflictos en los que los
protagonistas participan e intervienen en pleno siglo XIX, donde
comenzaban a desarrollarse los derechos humanos, la libertad y la
justicia y como se menciona en la obra, “El mundo no ha sido hecho
para lo mejor (…) la guerra está en él, y nadie la ha traído ni
nadie podrá quitarla”.
El escritor mira un poco
hacia atrás y repasa los días quietos de la colonia, en un momento
en que está por acabar y se mueven entre la paz un montón de ideas
que conmueven calladamente aquella sociedad dentro de la agitación
de acciones que se gestan. Y es en ese mundo callado donde se
encuentran Fernando e Inés, en Aragua, detrás de la Victoria, donde
piensan “¿Qué nos importa a nosotros la
guerra, Fernando, si vivimos felices y tranquilos en “El Altar”?
¿Qué puede hacernos a nosotros la guerra?”, en una vida de casa,
“Mucho chisme, escasa vida social, mucho orgullo, pocos viajes,
alguna lectura religiosa”. Y están ambos impreparados para lo que
viene, inyectados de realidad únicamente a través del capitán
David, que les trae los nuevos tiempos e ideales, de los que
reniegan, “Fernando sentía un escozor entre el miedo y la
inquietud. Comprendía que las argumentaciones de aquella especie de
bestia eran las mismas que en forma inexpresada se agitaban dentro de
él. A la guerra prefería su vida cómoda y muelle”
Era el
inicio de una larga guerra que cambió al pueblo para siempre, desde
sus vidas hasta sus convicciones y que dejó, tras un número
incalculable de muertes, a una patria nueva, libre, llamada
Venezuela, evocada a través de las diversas historias
de una serie de personajes como Fernando, Bernardo, Inés y
Presentación Campos, cuyos destinos sufren transformaciones
sustanciales a causa de la devastadora presencia de la guerra.
Uslar
Pietri nos presenta un cuadro bastante imparcial, pues presenta a los
realistas, representados por Presentación Campos y patriotas, con
Fernando, con la misma mirada crítica y adjudicándoles las mismas
atrocidades y barbaries, nunca aparecen divididos en dos bandos
elementales, léase buenos y malos, sino como hombres que se entregan
ciegamente a la lucha.
En
el ámbito social, la obra bosqueja un cuadro colectivo de la
sociedad venezolana de los años de independencia y de la perspectiva
histórica y evolutiva de la sociedad en devenir, desde el punto
inicial del arribo del conquistador, pasando por el proceso de la
sociedad asentada en bases de la colonia feudal y esclavista, llena
de religiosidad y empeñada en conventualizar la ciudad en los
jóvenes universitarios, hasta llegar a los albores de la guerra
emancipadora cuando el pueblo no decide a qué bando incorporarse y
el concepto de patria es abstracto, siendo movidos por el instinto.
Lo que inspira las acciones de la
sociedad del momento es el instinto de lucha, sobre todo hacia el amo
hacendado, de los propios mantuanos, cuya paz peligraba dentro de la
Capitanía General de Venezuela, que desde el inicio calculan las
ganancias o pérdidas posibles, según su definición política.
Como
el mismo lo dijo, se metió por los senderos del proceso de guerra
más rudo de Venezuela para así “expresar lo nacional...en las
horas en que alcanzó su más alta y reveladora tensión” y se
sume, como expresa uno de los personajes, en una “ebriedad de ir
comprendiendo”, y recrea la historia mediante personajes que
iluminan el pasado.
Uslar Pietri pertenecía a
una familia que venía ligada al hilo mantuano de la burguesía de
su época y en su novela, publicada en los últimos años del mandato de Gómez (1931), visita el pasado en busca de las raíces más
recónditas de la circunstancia nacional de la época, mediante el
esbozo de los primeros años de guerra y la vida mantuana,
analizándolo desde esta perspectiva y concluyendo que los patriotas
venezolanos fueron cobardes y vacilantes, que no pensaron en nada más
que en sus intereses materiales inmediatos y que, como militantes,
sólo aceptaban la fuerza incidente de la crueldad y el saqueo, sin
ningún otro valor moral o mental.
Vemos una novela que
muestra las crueldades de la guerra, mediante personajes como el
idealista Bernardo y el romántico inglés David, a los que la guerra
cercena sin pena ni gloria, así como a los esclavos, con un panorama
distinto, en su repugnante estado, a los líderes de cada bando de
manera tangencial, a las mujeres que sufren con una brutalidad
bestial los rigores de la barbarie, tales como Inés y La Carvajala,
y como no, los idealistas que se entregan a la lucha como Fernando y
Presentación Campos.
Los
coloca a todos dentro de un marco de guerra que los distintos
personajes están llamados a cumplir en pleno siglo XIX, en el que se
ponían en juego las nociones de derechos humanos, libertad y
justicia y cada uno los asume de una manera distinta, en pro de crear
una patria nueva.
Tal es
el caso de Presentación Campos, un “pardo grande, fuerte,
pretencioso” que asume desde inicios de la novela su propia guerra,
aquella que lo hará salir de la pobreza y pasar de ser el mayordomo
a el jefe, es por ello que se alza contra los Fonta y recluta a los
esclavos con el fin de pelear con el primero que se le atraviese en
su camino. Muestra una individualidad en conflicto con su propia
energía efervescente, va a luchar para quitarse la fuerza reprimida
para sentir que tiene “carne de amo” y ve en la guerra la
institución perfecta para formar a los amos de verdad y la hazaña
para liberarse y dejar de recibir órdenes. Es el arquetipo que
representa a ese tipo de idealistas que se dejan llevar por las
pasiones y que ve en la violencia un medio de liberación y
reafirmación, que se une a la guerra sin sabe realmente a qué va y
que sigue al primer bando que le parece convincente.
De
igual forma, tenemos a Fernando Fonta, un joven que salió de El
Altar para recibir estudios superiores y que viene a significar ese
porcentaje de la tropa que idealizaba a la guerra y que, gracias a
sus estudios, creía que era una cuestión de grandeza moral y honor,
sabía bastante de temas de libertad y justicia e iba pensando que la
guerra era para obtener valores superiores, juntándose con
compañeros con sus mismas ideas progresistas para decidir si irían
o no a la guerra. Evidentemente, cuando llega a la lucha se da cuenta
de que toda su teoría no es válida dentro del terreno de las
lanzas, donde no hay espacio para los ideales, la libertad y la
superioridad por estar ahí. El viene a representar la ingenuidad
ante la barbarie, aquellos que piensan que todos los sujetos se
mueven con los mismos valores, que los derechos humanos deben
cumplirse en una situación como esa y evitar actos de violencia
innecesarios. Su intelectualidad no le es suficiente como para
salvarse de la guerra, y es por ello que queda desarmado frente a
ella, demostrando, y demostrándose, que todo lo que sabe es una
simple y llana teoría que dentro de una guerra civil no pasa de ser
eso.
Ya por
último, tenemos a su hermana, Inés Fonta, que vive en El Altar, una
niña educada y de bien, con buenos modales y una vida sin muchas
subidas y bastante ordenada, que opina que dentro de su calmada
hacienda no tenían porqué meterse en la guerra y descubre, de
manera muy cruel, que cuando la violencia empieza, cuando la guerra
toma fuerza, no hay manera de evitar que te llegue y que te afecte;
ella es violada y ultrajada de la manera más cruel posible y es allí
cuando se da cuenta de que todos sufrimos la guerra. Simboliza ese
tipo de gente que como no lo vive de lleno cree que no tiene nada que
ver con su realidad y despierta cuando ya es inevitable caer en la
guerra y aunque le gustaría que las cosas cambiaran, no hace nada
por ello.
Centra
su novela en el hombre de carne y hueso y en aquello que le sucede
durante aquellos días: el miedo de Fernando, el arrojo de Campos, el
intento de venganza de Inés, sin búsqueda ni moraleja. Aquí no son
mejores los patriotas o peores lo realistas, el simplemente presenta
un hecho sin buscarle explicaciones, dibuja hechos y la ficción es
lo principal. Por ello, Bolívar es apena una sombra que esperan ver
y Boves se resume en unos ojos claros.
Bolívar
es un elemento recurrente en la obra que nunca aparece, su figura
encuadra en la novela, que comienza con el relato que hace un esclavo
de una de sus aventuras y termina cuando Presentación Campos cae
muerto luego de haber tratado de asomarse a la ventana para ver la
entrada del libertador. Se presenta como una sombra, una obsesión
ominosa y esperanzadora para los realistas y patriotas, nunca llega a
tomar cuerpo, pero se presiente su significado. Es el hombre que
encarna la lucha por la emancipación y la independencia cae en su
aura legendaria; que mueve al pueblo pero que nunca da la cara ni
aparece en la batalla.
El
protagonismo no lo constituye más que la guerra: las lanzas
coloradas, manchadas de la sangre que los asecha, todo gira en torno
a ellas y ambas (lanza – guerra) son palabras recurrentes a lo
largo de la novela, contada, mediante un narrador omnisciente que
compone la conciencia de ese pueblo devastado por la guerra que sueña
con que Bolívar viene y Boves está cargado con 7 hombres, mostrando
el alma de sus personajes e inclusive utilizando la técnica del
monólogo interior. Además, esta característica de tener como
protagonistas a las lanzas y a su vez a la guerra y a la Venezuela de
1814, lleva a la novela a tener relación con el período histórico
que se vivía para la época en la que fue escrita: la dictadura de
Juan Vicente Gómez, marcada por el derramamiento de sangre, al igual
que ocurría con las lanzas.
La
vida de Uslar Pietri corre en “isócrona con el tránsito de una
Venezuela rural a una petrolera”, nace en 1906 cuando decae la
gestión de Cipriano Castro y dos años después se inicia la
dictadura que duró 30 años a manos de Gómez, que estuvo marcada
por la represión, la resistencia, los enfrentamientos y las crueles
torturas que sufrían quienes se atrevían a revelarse y se llenó el
país de cárceles y campos de concentración, manifestados en las
lanzas dentro de la novela, que mediante los primeros años de
independencia realiza un retrato de la sociedad en donde se
desarrolló Uslar Pietri en sus primeros años, antes de emigrar a
Europa en busca de un futuro mejor.
Recordemos
que la oposición más resaltante de éste período se origina en una
pequeña burguesía intelectual y urbana, formada por estudiantes
universitarios, que realizaban constantes protestas y burlas hacia el
dictador y que fueron perseguidos y maltratados, así como ocurrió
aquel 12 de febrero de 1814 en la Batalla de la Victoria, liderada
por estudiantes, tal y como se evidencia en la novela, cuando
Fernando y sus amigos se preparan para ir a la guerra, sólo que en
este caso ocurre surge a través del pensamiento a través de los
llamados caudillos intelectuales, entre los que estaba el mismo
Rómulo Gallegos y Miguel Otero Silva, que comandaron la revolución
que se hizo mediante escritos, protestas y denuncias escritas.
Fueron
llamados la generación del veintiocho, que protestaban en contra del
ignorante Gómez, mediante el combate ideológico, donde las armas y
las cárceles fueron inútiles para impedir el nacimiento del pensar
y que miraban hacia la paz y el progreso del futuro, sin embargo,
eran castigados y llevados a La Rotunda, donde hoy en día es La
Concordia, la cárcel más conocida de ese período, donde nadie
salía vivo y donde se aplicaban torturas inhumanas que terminaban en
incontables charcos colorados de sangre, tal y como ocurría en la
novela, donde terminaba el terreno cubierto de la sangre derramada
por los realistas y patriotas, en este caso, oposición y dictador.
Esto
llevó al exilio. Un sinfín de jóvenes emigraron huyendo de este
destino cruel que los asechaba. Y fuera de la protesta aprendieron y
renovaron sus conocimientos, tuvieron nuevas experiencias y
comprendieron que la suerte de su país no se resolvía solo con la
protesta, sino con la elaboración de un programa de cambios
planificados no sólo para derrocar al gobierno, sino para mejorar la
sociedad en todos sus aspectos. Tal y como ocurre dentro de la
novela; ninguno de los personajes principales realiza una búsqueda
interior para ver en lo que está fallando, Campos se entrega con
toda su furia a la lucha, Fernando lo hace con su ideología que
termina por derrotarlo e Inés considera que la guerra no la afecta,
y así como critica que los patriotas venezolanos fueron cobardes
(inclusive Bolívar) y que no pensaron en más que sus intereses
inmediatos, poniendo el presente antes que el futuro y aceptando la
fuerza incidente de la crueldad y el saqueo, lo trae a la realidad
que vivía en aquel momento, donde el panorama no era muy distinto.
Sin
duda alguna, el mensaje más contundente que deja Uslar Pietri a
través de las páginas de Las Lanzas Coloradas lo hace mediante esa
sombra anteriormente explicada de Bolívar, que todos sueñan con ver
pero que nunca aparece, a pesar de que salen a luchar por él, nos
invita a no esperar por nada y a comenzar el cambio partiendo de
nosotros mismos. Denuncia esa cantidad incontable de sangre que
corrió durante la guerra y las lanzas que se tornaron coloradas al
volver, tal y como sucedió en la época de Gómez, aunque esta vez
de una manera más simbólica.
Con
todo lo anteriormente dicho, es evidente que guarda una estrecha
relación con el proceso de represión que vive Venezuela
actualmente. El país está sumido en un profundo estado de dictadura
aunque no quiera ser dicho de frente.
La
vigencia de ésta obra es impresionante y mucho mayor de lo que
parece. El autor en su novela denuncia el estado deplorable de la
sociedad venezolana que se comporta de manera bestial y que es
reprimida por el gobierno de turno, una realidad que no dista mucho
de la cotidianidad actual, incluyendo el hecho del exilio y las
migraciones, tal y como ocurren en la realidad.
Desde
el 12 de febrero del 2014 se han venido desarrollando protestas
estudiantiles en contra de la situación actual que han terminado en
brutales castigos, fuertes represarias en contra de los estudiantes e
incontable tiempo tras las rejas simplemente por ejercer su derecho y
luchar por una Venezuela mejor.
Siempre
habrá quien actúe como Presentación Campos y se deje llevar por la
fuerza del momento, aún sin tener sus ideales claros ni porqué
apoyan ese partido, al igual que como Fernando, que con sus ideales
sueña con llegar a la guerra, sin saber realmente con qué se va a
encontrar y sobretodo como Inés, que como no participa en la guerra,
cree que no le afecta, hasta que de la manera menos esperada se ve
perjudicada.
Sin
duda alguna, la finalidad más importante y el mensaje más actual es
el de renovar la sociedad mediante planes ideológicos y de calle
para mejorar como personas, como conglomerado, para poder aspirar a
un futuro mejor, cuyas riendas no caen sólo en las manos de quien
gobierne, sino de todo el colectivo en pro de mejorar la situación
comenzando por nosotros mismos.
Esperar
por Bolívar, que ya viene, y asustarse porque Boves viene cargado
con siete mil hombres es una de las problemáticas más actuales que
se presentan en la novela. Esperamos a que venga alguien para salir a
luchar y no hacemos nada por parar los otros miles de motivos que
tenemos para hacerlo, actuamos en nombre de alguien cuyo esbozo es
una simple sombra, cuando debemos empezar por nosotros mismos.
Considero
necesario el estudio del pasado para poder comprender el presente.
Han pasado más de 200 años desde que sucedió lo que se plantea en
el libro y casi 100 desde que éste fue publicado, lo que nos lleva a
cuestionarnos si a pesar de todas las advertencias hechas por los
grandes pensadores, como en este caso, y todo lo que el pasado nos ha
dejado ¿la sociedad venezolana realmente ha cambiado o pretende
hacerlo?
A mi esas historias de las guerras no es que me gusten, pero es bueno siempre tener conocimiento de la historia de nuestros países.
ResponderEliminarMas allá del contexto historico, cabe resaltar la riqueza psiquica de los personajes, el contexto intelectual desde el cual es escrito el texto. En lo personal es lo que mas absorbí del libro. El cual indudablemente es atemporal. Gracias por tu reseña, vislumbró muchos aspectos de esta obra que yacían olvidados en mi.
ResponderEliminarNada más cierto. Definitivamente repetimos comportamientos y las consecuencias seran siempre las mismas. Estamos obligados a evolución como seres humanos, sin distingo de credo, ideología, pareceres y debemos cambiar esa relación de Seguidores por IMPULSASORES para tener un gran país. Gracias por compartir este análisis. @melomanodriver
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