Tengo una debilidad por los libros que agarran a personajes históricos y los muestran desde una perspectiva distinta; Gabo era tan fan como yo de hacer esto y en El general en su laberinto, toma a la reconocida figura de Bolívar y lo muestra como nunca antes: débil y sin ser ese héroe histórico que liberó a cinco naciones latinoamericanas, mediante la polémica figura de este prócer, aborda la realidad latinoamericana y sus problemáticas, enmarcada dentro del contexto del boom del siglo XX, que aportaba diferentes perspectivas de la historia.
En la novela, nos situamos en los
últimos siete – ocho meses de vida del libertador. A partir de allí, Márquez nos relata el
último viaje que realiza, comenzando en Bogotá y terminando en
Santa Marta, a lo largo del año
1830. Teniendo esto como base, se apoya en el pasado del personaje para reconstruir su vida, citando sitios que forman parte de la historia del continente, caracterizando de manera distinta a la figura de Bolívar, a través de textos como la Carta de
Jamaica, constituyendo un
espacio múltiple en el que se cruzan e interactúan distintas
fuentes, pues parte de documentos históricos.
Los hechos y las acciones
se enmarcan dentro de la vida cotidiana de Bolívar, dejando de lado
su grandeza como héroe y presentado como un hombre al que
le agradaba jugar cartas, bailar, las peleas de gallo, las mujeres,
las guayabas, y un largo etcétera. Lo común le da valor a la novela, pues habla de cuestiones propias e íntimas de El General, que suelen dejarse de lado. A través de ellas, se le otorga a él una dimensión más humana y menos
mítica, rompiendo con su figura tradicional y mostrándolo como un ser que raya en el patetismo, que está “físicamente enfermo y mentalmente exahusto”, inmiscuido en el laberinto de sus recuerdos.
Los aspectos físicos y
morales abordados en detalle sirven para presentar a un personaje de
carne y hueso, que permite ver la especifidad de la sociedad latinoamericana de aquel momento. Además, la alusión a
realidades históricas da mayor veracidad a la novela, que se
convierte en un medio de captación y expresión de la realidad política y social de el continente, pues como bien lo dicen los críticos, El General en su laberinto
es un “bálsamo para la cultura latinoamericana” y un reto hacia
la región, con el fin de enfrentarnos, de una vez por todas, a nuestros problemas, a la par que se hace hincapié en la caída del libertador, en vez de en el sufrimiento de el héroe. Su gloria, destinada al incumplimiento de su sueño, se derrumba poco a poco, al ver que su Gran Colombia es imposible, haciendo que su ego se destruya día a día, cosa que Márquez narra con maestría, mostrando cómo su exilio voluntario lo llevó a morir.
Gabo pone en evidencia lo que
en la historia permanece oscuro y sin relevancia, pues habla de las causas
profundas que sellaron el ocaso del poder del primer presidente del
país, presentando un Bolívar contrario a lo que la historia supone: enfermo, destruido, decepcionado y traicionado. Al mejor estilo del Quijote, el personaje se desdobla en dos polos opuestos, el libertador y el tirano, presentados mediante un narrador omnisciente, que hace uso de un lenguaje coloquial para evocar la voz de la conciencia de Bolívar, en un tiempo circular, donde todo está destinado a repetirse, mediante los esbozos de la memoria del gran patriota.
Así, se narra el preámbulo a su
muerte, mostrando a un general decrépito, contrario a la gloria pasada de la que gozó y desmantelado de todas las mascaras que la historia le ha puesto, bajándolo del puesto de héroe y mostrándolo en desgracia ante un incierto e injusto destino. A través de la caída del libertador, García Márquez
expresa la debacle de la liberación del yugo español y la llegada de la modernidad, que trajo consigo una serie de problemas inimaginados, de lo que poco se habla, que impidieron la construcción de una gran Latinoamérica unida, con la que Bolívar siempre soñó y que terminó por destruirse, dejando estados independientes en la completa miseria.
En consecuencia, la novela es un ciclo vital y un
viaje hacia el interior de Bolívar, construyendo su verdadera identidad y recreando sus sueños, en especial la creación de la Gran Colombia, que se alzaba como una propuesta peligrosa que acabó con Bolívar que, así como el proyecto, pasó de la gloria a la agonía en un abrir y cerrar de ojos. Es por ello que Márquez deja como mensaje final seguir las pistas de Bolívar y asumir la responsabilidad de cubrir las tareas inconclusas, que él reclama desde su tumba.
Su laberinto, sus recuerdos, rememoran a la dinámica en la que se envolvió Latinoamérica luego de la Independencia. Así como estas, la mente del personaje divaga y se encierra en un camino lleno de obstáculos, que imposibilitan la unidad. Bolívar se cuestiona una y otra vez qué pasará con todo lo que él ha hecho luego de su muerte. Al verse como un General, se reivindica su figura, pues deja de ser un simple prócer y pasa a convertirse en el padre de la patria, que huye de la sumisión norteamericana y que concluye que su sueño
incumplido es el desafío del presente.
García Márquez presenta, además, ese estigma
constante y nuestra eterna pregunta: ¿qué somos?, ¿para dónde vamos y de
dónde venimos?, dando a entender, una vez más, que la identidad
latinoamericana ha sido construida y ambientada en una atmósfera complicada, llena de de una diversidad tan característica como la del propio Bolívar que al igual que su tierra, es una mezcla que simboliza a América
Latina.
En definitiva, una novela que engloba temas interesantes como la identidad, el pasado, lo que somos como continente y un largo etcétera. A través de la figura de Bolívar en su lecho de muerte, Márquez construye sus memorias con el fin de que, como lectores, cumplamos su propósito y luchemos por una Latinoamérica libre y unida que, pese a los años y a los daños, sigue latiendo fuerte.
¡Hola!
ResponderEliminarGabriel García Márquez es un autor que me gusta mucho pero del que aún me falta mucho por leer. He leído 'El coronel no tiene quien le escriba', 'Crónica de una muerte anunciada' y 'Noticia de un secuestro'. Y tengo por leer, en la estantería, 'Del amor y otros demonios', 'Cien años de soledad' y este del que nos hablas hoy.
No conozco mucho la historia de Bolívar y creo que sería una manera interesante de acercarme a su figura. He leído tu reseña por encima porque quiero saber lo mínimo del libro, pero cuando lo lea volveré a leerla más detalladamente.
Un beso