Margarita, está linda la mar, Sergio Ramírez.



En Margarita, está linda la mar, Sergio Ramírez conecta dos momentos importantes en la historia de Nicaragua: el regreso de Rubén Darío desde Europa y el asesinato, mucho después, de Anastasio Somoza, a manos del poeta Rigoberto López Pérez. De esta manera, mezcla personajes reales y míticos, borrando los límites entre la historia y la ficción, desmitificando a Rubén Darío y mostrando su relación con Somoza en las tierras de León, en su país natal.
Presenta al “príncipe” de las letras hispanas como un ser sumamente talentoso, cuyo alcoholismo lo lleva a una muerte prematura y patética, rodeado de malos amigos, problemas económicos y dudas sobre su virilidad, terminando en una lucha tragicómica por su legado artístico y su cerebro envasado en formol. Rubén Darío fue un hombre de carne y hueso, adicto, pobre y triste, que conquistó las letras y que dejó una huella imborrable en el continente, pero que se vio arruinado por los placeres mundanos.

Somoza es esquematizado como un hombre vil e inepto, burlesco, obeso y rodeado de mentecatos serviciales capaces de hacer todo para evitar que alguien se interponga en el camino de su jefe. La novela se centra en la planificación de su asesinato, tomando como base sus fechorías de dictador, mostrando la vida de los personajes que se ven envueltos en la tragedia del complot y el precio por el atentado a la autoridad, que se marra con elementos cargados de simbolismos. Entre ellos, destaco la escena que incluye a los testículos de López Pérez y Sandino, que son proporcionales a la valentía de sus dueños, en contraposición al cerebro de Darío, que se equipara con su inteligencia.

Margarita, está linda la mar, es una novela que llega a la raíz literaria y el drama político de América Latina a finales del XIX y principios del XX, en una prosa sustanciosa, cargada de estilo y armónica. Ramírez une dos líneas argumentales que se alternan y que surgen a partir de un poema escrito en un abanico, que desarrolla la historia política de Nicaragua, dominada por la fuerza de la memoria, conjugada con la imaginación del escritor, que incluye el imaginario hispano en una prosa sutil. La vida de Rubén Darío da forma a la novela, que se enuncia a través de sus poemas modernistas, reflexionando sobre la propia escritura y la forma adecuada de contar las pasiones humanas,que lo pone a caminar, haciéndolo de carne y hueso.

La veracidad de los acontecimientos dependerá de la perspectiva desde la cual se les mire, entrando en constante debate acerca de lo que realmente ocurrió. Es una novela llena de personajes históricos, anécdotas reales y paisajes sociales y políticos ocurridos e identificables. En definitiva, una novela cuya lectura no es fácil, que maneja una multiplicidad de voces míticas y que se introduce en el uso del simbolismo y coloquialismo como herramientas literarias para enriquecer la trama construida por el autor. Margarita, está linda la mar, es una novela fascinante, atractiva y entretenida, que se logra bajo un texto complejo, en un tiempo cíclico que va y viene entre las aventuras de dos caras de la historia de Nicaragua, que se unen en una historia que los muestra como figuras de carne y hueso, que no eran tan perfectas como las estatuas de mármol hechas en su nombre.

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