Son de mar, Manuel Vicent.



Un hombre desaparece en el mar y, luego de ocho años, su mujer recibe una llamada de alguien que dice ser su marido. A partir de ahí, Vicent construye una historia donde ambos vuelven a sentir el amor y la pasión que daban por perdidos, ligando la mitología con el vaivén de las olas, para crear una historia que supera a la muerte.

Son de mar es un libro de sensaciones. Está plagado de simbología, pues trae a la cotidianidad el mito de Ulises y lo vuelve realidad. Una novela de amor, de entrega y de pasión, narrada con un lenguaje conciso, elegante y directo, que consigue trasladar a la figura mitológica a la actualidad, pues el personaje parte a buscar un algo , se regresa en un camino tortuoso y se da cuenta de que su amor es lo más importante en su vida.

Son de mar es una novela romántica diferente. Es un amor sólido, con raíces bien plantadas, que se desenvuelve en el halo de la tragedia y que arroja un giro drásticamente dramático que da rumbo a los acontecimientos. Ulises y Martina poseen una sensibilidad extrema, en un sentimiento puro y arrebatador, que los une y que dicen que se llama amor. Vicent consigue transmitir la sensación de conocerlos de toda la vida y ser testigos de esa unión capaz de sobreponerse a la distancia, ala muerte, a la pérdida y al perdón. Con una narrativa rica en matices y detalles, posee una voz propia, distinta del resto, con un peculiar uso de las comas, que omite cualquier detalle que no considera necesario y que construye una trama redonda.

En Son de mar nos encontramos con el mundo sensual y mágico del Mediterráneo vinculado al amor, que se compenetra completamente con el mar. Es él el personaje “motor” del relato, pues conduce y determina la historia que, además, plantea un constante diálogo intertextual con La Odisea.

En ambas obras, el mar es un personaje fundamental, pues en sus profundidades guarda las historias más antiguas, siempre en renovación, dentro del azul de su memoria, donde todo puede pasar. Son de mar es el viaje, la travesía por las olas, que simboliza la posibilidad de salirse de la cotidianidad del hombre moderno: la pobreza, la rutina, el trabajo, el matrimonio, que llevan al deseo de partir, impulsado por la locura y la poesía que se esconde tras los mitos.

Manuel Vicent plantea el problema de la identidad, ligada al mar, que se “traga” a Ulises, lo transforma y después lo “vomita”. El Son del mar en un sonido agradable, un arrullo, pero también “son” de mar los personajes de él que enmarcan sus vidas en sus profundidades. Es la idea del viaje interior hacia las profundidades del hombre, para así desplegarse hacia el viaje exterior, pues él emprende un viaje como iniciativa para evadir la cotidianidad, que viene ligada a la esencia del aprendizaje, para poder disfrutar los placeres cercanos, vinculados al mar como un espacio de otredad, lejano a lo mundano del ser humano.

El mar y el amor van de la mano, pues se desarrolla, se desenlaza y se termina en presencia de las olas, que se manifiestan en la fuerza sensual y erótica de los protagonistas.  Sus vidas están vinculadas constantemente a él, pues son de mar y se duermen bajo el Son del mar. En definitiva, una novela compleja en su sencillez, que aborda la idea de la pasión desde otra perspectiva y que parte de un clásico universal para emprender un viaje que lleva al lector a experimentar sensaciones con sabor a sal.

2 comentarios:

  1. Hola!
    No conocía este libro y no me acaba de convencer.
    Gracias por la reseña.
    Besitos :)

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  2. Hola! Yo sí lo leí y me encantó!!, poco a poco se torna más apasionante y envolvente..lo recomiendo vivamente.

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