Negra, Wendy Guerra.


Nirvana del Risco es la primera heroína negra cubana que se muestra desnuda y abierta ante los prejuicios que la rodean: la bisexualidad, el racismo, la política, el miedo y la cercanía con el enemigo. Rebelde y alejada de las convenciones sociales, transita entre lo prohibido y lo sagrado, para mostrarnos una idiosincrasia cubana llena de brujería, complejos y desigualdades por raza, sexo, religión y partido político. Ella, que decide desobedecer las reglas de los orishas, se retira de los terribles designios que la marcan desde su nacimiento, logrando revelar la parte poco vista del ser cubano, lo que da pie a que Wendy Guerra, la magnífica escritora, derribe tópicos sobre lo que significa ser negra, hermosa y cubana partiendo del personaje, en una novela que reivindica la palabra que lleva por título.
Con música, sabor y sentimiento, Negra te sacude, así como la persecución lo hace con su protagonista. La escritora cubana narra con erotismo, sexualidad y una fuerza admirable las peripecias del personaje, introduciéndonos en su vida con un léxico que hipnotiza y atrapa, llevándonos a lugares recónditos, siempre con un tono intimista, profundo, lleno de matices, que permiten adentrarse en un personaje tan complejo como Nirvana del Risco y disfrutarlo a plenitud, con todos sus placeres y desgracias.

Es una novela ambiciosa. Trata temas universales, como la ausencia del poder femenino, el abuso infantil, el racismo y el rechazo a la bisexualidad. Sin embargo, lo hace desde un tono muy intimista, con toques cubanos, por eso siento que se le escapa un poco de las manos. Aun así, rescato lo bueno del libro que se encuentra en todos los relatos de rituales, conjuros y recetas que consiguen cambiar a quienes los practican. Contra todo pronóstico, esta ha sido mi parte favorita del libro y no el empoderamiento de Nirvana, porque este no me convenció del todo. Es en esos fragmentos de la novela donde se evidencia la ardua investigación que realizó Guerra, inclusive en contra de ella misma, pues afirma que “hay conjuros que enamoran, pero también hay conjuros que matan”, logrando así un acercamiento a Cuba desde sus orígenes, a partir del racismo y la santería.

“La gente piensa que no es racista, pero lo es” agrega la escritora, alegando que el problema no es netamente cubano y que Negra somos todos, independientemente del color de piel. De igual forma, el debate sobre la bisexualidad está interesante, pero no tengo mucho que agregar acerca de esto, porque queda bastante claro en la novela. Para la escritora, esto es literatura en ropa interior, que va por dentro y que suele no verse en el interior de las cosas, ya que vemos muchas cosas de Cuba que, aunque aparentemente no suceden, están escondidas tras la falda de la normalidad.

En definitiva, Negra de Wendy Guerra no es lo mejor que he leído últimamente, pero está interesante. Por mi parte, seguiré leyendo a la autora, pues estoy segura de que tiene cosas mejores. No quedará más que darle una nueva oportunidad y traerles nuevas reseñas de esta nueva cara en la literatura latinoamericana que tanto está dando de hablar.

1 comentario:

  1. Me llama la atencion, por la forma en que lo describes. Las historias que van hacia lo mas intimo de los personajes son geniles.
    Gracias por la reseña, un beso

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