En el tiempo de las mariposas, Julia Álvarez.




Las cuatro hermanas Mirabal son símbolos de esperanza en un país ensombrecido por la dictadura y la desesperación. Acosadas, perseguidas y encarceladas por el régimen de Trujillo, sacrificaron sus vidas en nombre de la libertad. “Las Mariposas”: Patria, Minerva, María Teresa y Dedé, nos cuentan a través de los años su historia. Álvarez las pasea desde lazos para el cabello hasta torturas en la cárcel y demuestra mediante su experiencia los horrores cotidianos de la dictadura.

Parte de un suceso real, ocurrido en 1960, cuando encontraron los cuerpos de tres hermanas en las costas de República Dominicana. Las muchachas, así como los personajes de la historia, eran oponentes firmes al régimen de Trujillo. Una cuarta hermana aparece para sumergirnos en ésta época memorable de la historia de Latinoamérica y recrea mediante la ficción la historia de las Mirabal, que inmortaliza y que vivirán por siempre en la memoria colectiva del continente.

Minerva, Patria, María Teresa y Dedé relatan la vida desde su propia perspectiva, conjugada con detalles de la vida cotidiana y doméstica, acompañada de los acontecimientos históricos y políticos, así como de sus sentimientos y afectos. Dedé, la sobreviviente, cuenta cómo Minerva desencadenó la tragedia de la familia al rechazar el régimen trujillista; cómo Patria se unió al movimiento opositor; cómo María Teresa llegó a la revolución por el amor y cómo ella misma se mantuvo alejada, en la oposición clandestina, criando a los hijos de sus hermanas, pare presenciar el regreso a la vida de las Mariposas.

En el tiempo de las mariposas rompe con los estereotipos comunes, que presentan a la mujer latinoamericana de clase media-baja como un ser pasivo y marginado, sin voz y sumisa ante el hombre. En la época del Trujillato, las relaciones sociales se basaban en un modelo patriarcal y machista. De hecho, el mandatario se aprovechaba de las mujeres, utilizando el miedo, la humillación, el abuso y el acoso sexual para intimidar a las mujeres, ya que consideraba que esto era una forma de exponer su masculinidad y demostrar su “superioridad” dentro de la política (esto también puede verse en La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa).

En una época que produjo violaciones de derechos humanos, restricción de facultades y espionajes a los ciudadanos,  el miedo en las calles era latente, pues había espías en todos lados. En este panorama, Álvarez se centra en el proceso de maduración de las hermanas, que se convierten en seres social y políticamente conscientes. Cuando se dan cuenta de la opresión que viven, toman medidas para desafiar el poder del gobernante y superar el miedo que se enfrenta a ellas. Se alzan contra la sociedad machista y represiva, rompiendo con el estereotipo que rodea su género.  

Álvarez coloca a la menstruación como un elemento que marca el despertar físico y político. Sucede con Minerva y con Patria, en el despertar de su ciclo. María Teresa en la cárcel lo encarna mediante su diario, donde describe que “casi todas han dejado de menstruar”, lo que implica un estancamiento en general. La regla se convierte en un código con el que describen la situación de los subversivos, excluyendo, además, el género masculino, pues es una situación ligada únicamente a las mujeres, que ellos no comprenden.

Como mariposas, se transforman de una “larva insignificante” a una “preciosa mariposa”, con esa esencia de fragilidad y belleza, como símbolo de la libertad que representa el propósito de las hermanas, que sufren una metamorfosis para ganar su lucha. Minerva empieza en su niñez, cuando nota los crímenes de Trujillo y se convuerte en un símbolo de lucha contra el régimen. María Teresa pasa de ser una niña ingenua a una joven políticamente activa gracias a Minerva, siendo así otra encarnación de lucha por sus derechos. Patria lo hace desde un nivel personal, cuando se da cuenta de cómo le afecta la violencia del régimen y decide involucrarse en las actividades revolucionarias.

Al desarrollar sus ideales, las hermanas enfrentaron a la dictadura y al papel que se le otorgaba a la mujer en aquel tiempo. El coraje de luchar por su país y por la democracia le dio a República Dominicana la posibilidad de ser un país libre, convirtiéndolas en símbolos eternos de libertad.

En definitiva, Julia Álvarez ha traído de nuevo a esas heroínas de a pie que con sus ideales acabaron con un régimen y con una sociedad que las oprimía por ser mujeres. En el tiempo de las mariposas es una novela brillante, magnífica en todos sus aspectos, que merece ser leída y que se convertirá en un referente obligatorio y necesario de la literatura latinoamericana de nuestros tiempos. Vivan por siempre las Mirabal.

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