Años felices, Gonzalo Torné.



Cuando sea grande, quiero ser siempre feliz.

La amistad es una cosa muy curiosa. Pero son más curiosos aún los libros que intentan abordarla. Yo, que me he llevado mis trancazos con los “amigos”, la defino como una relación muy difícil de mantener, pero que, mientras dura, nos hace muy felices. Un amigo es esa persona que está  para ti cuando más lo necesitas y eso es lo que aborda Torné en Años felices, una novela americana escrita por un barcelonés. Sí.

Anagrama es una editorial que nunca me defrauda. Su colección “narrativas hispanoamericanas” siempre es una opción a la que recurro cuando busco que leer. En esta nueva entrega a manos de Gonzalo Torné, nos presenta a Alfred Montsalvatges, un hombre joven que en pleno siglo XX llega a un hospital de Nueva York. Extranjero, con aspiraciones a escritor, nuestro chico proto se convierte en el centro de un grupo de amigos que ven en él a un confidente, un colega, un amor.  Kevin Prichard, judío, Harry Osborn III, culto y adinerado heredero, Claire, bella, independiente, libre y Jean, noble y discreot, componen este grupo de personalidades inteligentes, llenas de vida, que firman un pacto de amistad indestructible.

Sin embargo, la juventud no es para siempre y la ciudad que nunca duerme, donde siempre habían vivido, parece adoptar contornos más exigentes, dejando únicamente preguntas como: ¿Y si les aburriesen sus vocaciones?, ¿Y si el futuro les convirtiese en personas inesperadas?, ¿Y si para conseguir sus nuevos objetivos tuviesen que traicionarse?, ¿Y si el todo fuese un fraude?, ¿Y si los años felices no perteneciesen a este mundo?


El español aborda las obsesiones de una gran parte de la cultura norteamericana de los años 50’s: la crisis de identidad de los jóvenes que dejan de serlo, su sentido vital en un continente acomplejado por querer parecerse a Europa, generando jóvenes llenos de dudas, ante un futuro lejano y temerosos por eso que llaman adultez. Torné aborda todo eso en Años felices, y a partir de la crisis, aborda los cambios en el grupo de amigos, donde ninguno vuelve a ser lo que fue. En resumen, experimentan esa famosa frase de que el tiempo todo lo pone a prueba.  No hay mejor definición para este libro. Las relaciones se transforman, reconfiguran, e incluso se pierden, siendo esto una realidad innegable.

Años felices es una novela donde Torné hace un estudio sobre cómo se abre paso la vida entre ambiciones que poco a poco la desmoronan. Es un libro excelente, donde el escritor se proyecta como una de las voces más fuertes de la literatura contemporánea hispanoamericana. Hace un uso meticuloso y preciso del lenguaje, que le permite profundizar en sus personajes, definiendo sus aspiraciones, frustraciones y condiciones, con una prosa cargada de un particular sentido del humor muy irónico, que describe cómo se sienten las traiciones, los desengaños y las deslealtades de esas amistades que creíamos eternas dentro de la juventud, donde lo vemos todo con inocencia e ingenuidad.


En definitiva, un libro precioso, que me ha gustado mucho y que les recomiendo con los ojos cerrados, pues la amistad es una parte de la vida por la que todos hemos atravesado y que forma parte de la columna vertebral que es la existencia humana. Años felices resume esos tiempos de juventud plagados de este tipo de relaciones, que se afianzan o desvanecen a través del tiempo y que son sumamente necesarias para complementar nuestro ciclo de vida.


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