El club de la Salamandra, Jaime Alfonzo Sandoval


Vivan las aventuras.

Este ha sido un libro maravilloso. Nunca había leído a Sandoval y quise comenzar con esta historia antes de avanzar a Mundo Umbrío que promete bastante.  El club de la Salamandra es un libro diferente, innovador, que me ha gustado muchísimo y que sin duda, me anima a continuar con la narrativa del mexicano.

Nos presenta a Rudolph Green, un joven traductor que quiere ser expedicionario. Cuando le dan a traducir un misterioso mensaje encontrado en una lata de jugo de tomate, su gran oportunidad parece haber llegado. Así, inicia una fabulosa aventura que lo lleva a cruzar el mundo, conociendo inquietantes secretos de una sociedad convulsa, entrando en contacto con la “anticiencia”, un conjunto de teorías y conocimientos, que resguardan un grupo de anticientíficos, que manejan teorías prohibidas y perseguidas por siglos y siglos gracias a los científicos convencionales, donde conocerá inquietantes revelaciones, amores inesperados y enemigos peligrosos.

El club de la Salamandra es un libro valioso. Eso me ha quedado muy claro. Rudolph es un personaje genial, sumamente interesante, que habla 11 idiomas, cuatro dialectos y cuatro lenguas muertas. Quiere ser como sus padres, un gran aventurero que lo arriesga todo por un mensaje en una lata de tomate, que lo lleva a los anticientíficos y su aventura de rescatar a los salvadores de la Tierra, aprendiendo una infinidad de antimaterias gracias a su nueva familia, pues quedó huérfano con solo 7 años.

Desarrollan la idea de que nuestro planeta es un huevo, explicado y ahondado por los anticientíficos, mientras que Rudolph se enamora de Graziella, una de las hijas de los héroes de la tierra, mostrando que el amor es una enfermedad que depende de cada uno y que le da el hilo narrativo a la historia.
"Todos han querido estudiar el Universo, de ponerle nombres, fechas, incluso han pretendido medirlo; dicen que es finito y que se expande, ¿pero dentro de qué se expande?", se plantea el personaje, haciendo que el lector se cuestione quién es y a dónde va, lleno de citas que matan a la ciencia y a la lógica, encontrando la manera de mostrar interrogantes que la ciencia no puede explicar y a las que los anticientíficos le dan respuesta en este libro.

Y sí, la tierra parece ser un huevo que en cualquier momento puede romperse. Su cascarón es débil y Sandoval describe los escenarios necesarios para lograr imaginar un mundo donde todo está a punto de quebrarse. Con El club de la Salamandra es fácil volverse loco de la manera más metafórica posible, pues en cuestión de segundos nos lleva a imaginarnos anémonas del tamaño de un carro.

El mexicano demuestra la relatividad de todo lo que nos rodea, paseándose por el amor, la edad, la realidad y la imaginación. Nos hace ver que una gran aventura puede venir de cualquier oportunidad que nos presente la vida, incluso si está en una lata de tomate, que nos lleva a ver el mundo de una nueva manera, sumamente espectacular, en el papel de anticientíficos.

Porque recordemos que las salamandras se adaptan a cualquier condición extrema, soportan el fuego, cambian de forma, vistas desde el punto de vista científico, donde los abismos rugen en su caos para ser deletreados por el hombre. Casi sin darse cuenta, Sandoval aborda una de las paradojas borgianas: el libro y el contralibro. La ciencia y la anticiencia, existentes, en dos mundos con una superficie terrestre y subterránea, que se oye a lo largo de las líneas de este maravilloso libro de aventuras.

En definitiva, con El club de la Salamandra, Jaime Alfonso Sandoval se ha ganado mi corazón y me da pie para comenzar con la trilogía de Mundo Umbrío que les iré trayendo poco a poco. Un libro maravilloso, que se plantea la existencia, partiendo del cuestionamiento de la ciencia, que me ha dejado fuera de lugar pero con un muy buen recuerdo del escritor.

1 comentario:

  1. This book looks like a great read! Thanks for the share, keep up the posts! Love this!
    Scarlett

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