Me
encanta el drama.
Para
escribir un libro como éste, hay que haber leído mucho. En Lo que
el viento se llevó, queda claro la cantidad de experiencia como
lectora que Mitchell tenía. Ella se basó en sus conocimientos
enciclopédicos acerca de la Guerra de Secesión que sufrió EEUU en
el siglo XIX y de su propia vida para escribir ésta novela, mientras
tenía una fractura de tobillo y no podía levantarse, su marido le
insistía y no tenía nada que perder. Pero ya curada, perdió
interés en su novela y volvió a su vida como periodista en Atlata,
Georgia.
Pero
en 1935, Harold Macmillan visitaba Atlanta buscando nuevos
escritores, y gracias a su íntima amiga, Lois Cole, llegó a
Mitchell. Dicen que luego de mucho pensarlo, le dió el borrador de Lo
que el viento se llevó al señor, que quedó encantado, de lo que
luego se arrepintió pero ya era muy tarde pues el trabajo editorial
ya estaba encaminado. Terminó la obra y vio la luz en junio de 1936.
Lo
que el viento se llevó es un dramón de esos que me gustan bastante.
Tiene mil y pico de páginas en las que no he parado de sufrir jamás.
Además, tiene una adaptación que no está para nada mal y con la
que sufrí casi de igual manera, que se enmarca en un contexto
histórico fuerte, cosa que me encanta y que no puedo dejar pasar, ya
saben lo mucho que me gusta argumentar, analizar y buscarle millones
de detallitos a todo, así que no me alargo más y ¡vamos a ello!
Gira
en torno a la historia de una joven de una familia aristócrata del
sur de los Estados Unidos llamada Scarlett O'Hara mediante la Guerra
de Secesión. Ella está enamorada del heredero de otra familia,
llamado Ashley Wilkes del mismo condado de Georgia, que se casa con
Melanie Hamilton (que termina siendo la mejor amiga de Scarlett). Por
su parte, Rhett Butler, un aventurero cínico y desvergonzado, que es
expulsado de su familia, se enamora de ella y nos encontramos ante la
lucha de él por conquistarla y de ella rechazándolo, empeñándose
en seguir enamorada de Ashley.
Además,
ella y su familia deben hacer consecuencias a la Guerra y lo que pasa
después, Scarlett madura en medio de éste terrible obstáculo, deja
de ser esa niña malcriada e ingenua de principios de la novela, para
hacerse una mujer implacable, que está dispuesta a hacer lo que sea
para salvar a su familia, aunque tenga que recurrir a métodos un
tanto crudos, poco éticos y honorables para la época para poder
sobrevivir.
Scarlett
y Rhett se parecen muchísimo y esto se va acentuando a medida que
avanza la novela. Ambos son muy complejos y contradictorios, son unos
rebeldes inconformistas que se sublevan contra lo convencionalismos
de la época. Son cínicos, románticos, egoístas... generosos,
pragmáticos, idealistas: son de todo. Son difíciles, un trago duro
para la trama,pero sin duda, el punto más fuerte de ella. Ambos
conforman mi parte favorita del libro. Son tan humanos que casi
sientes que hablas con ellos, me encanta toparme con personajes así,
inolvidables, que dejan una huella, y sin duda, ellos son de esa
clase.
La historia se mantiene hasta el final,el suspenso sobre qué pasará
entre ellos está durante toda la novela. Esa sensación de no saber
si ella por fin podrá olvidar a Ashley y encontrar la paz con Rhett,
con muchas vicisitudes y relaciones de ella de por medio, con mucho
dolor e interés ahí, entre ambos, que los separa y a la vez los
une, es simplemente increíble leer una relación tan complicada
entre personajes tan completos como ésta. Simplemente impactante y
delicioso.
Pero
además de todo ello, pasando de largo la historia de amor y dolor,
la novela relata el derrumbe de la sociedad sureña anterior a la
Guerra de Secesión de una manera muy nostálgica, con una prosa
dolorosa, con mucho sentimiento dentro de ella. Dicha sociedad se
presenta en términos idílicos, y la novela lamenta su destrucción,
además de que dentro de ella hay mucha información sobre dicho
contexto histórico, casi enciclopédica, y es allí donde se
evidencia la cantidad de información que Mitchell manejaba, pues
deja una clara evidencia de dicho proceso, de la etapa de la
postguerra, sobretodo dentro del estado de Georgia, uno de los que
más afectados se vio.
Es
una novela que habla de la sociedad esclavista sureña anterior a la
Guerra con un tono muy triste, en el primer acto nos narran a una
sociedad llena de nobles damas y gallardos caballeros apegados a la
lealtad y el honor a sus superiores. La lealtd entre amos y esclavos
es presentada de una manera sumamente idealizada, pero no se ahonda
en los excesos brutales que cometían los esclavos por aquel
entonces, ni una imagen negativa o crítica de la esclavitud. La
relación esclavo-patrón en éste caso es presentada de una forma
bastante positiva, cual relación igual-igual en varios puntos.
Y
es que en este caso,presentan a los Yanquis, que fueron los
vencedores de la Guerra y que lucharon para abolir la esclavitud,
como los malos de la historia. Refleja el punto de vista de los
blancos sureños que perdieron el combate y tuvieron que soportar, en
contra de su voluntad, la libertad de los negros.
Tomemos
en cuenta que el contexto histórico y social en el que fue escrito
la novela tiene que ver muchísimo con el apogeo del racismo.
Margaret Mitchell era una mujer blanca del Sur de la nación. Cuando
se escribió Lo que el viento se llevó, estaba sobre la mesa el
segundo Ku Klux Klan y la discriminación hacia los negros estaba en
el tope. Dentro de ésto, viene la autora y escribe una obra en la
que no hay ningún odio hacia los adroamericanos. No hay ataques
racistas ni expresiones denigrantes en su contra. Los negros son
pintados como nobles, leales y generosos,
en contraposición a
la mayoría de los personajes blancos, pintados como ruines y
perversos. Y sólo uno de los malvados es negro, e inclusive dentro
de varios capítulos, ellos hacen actos heróicos y nobles para con
los blancos, de hecho, no es casualidad que Mamita, la niñera de
Scarlett y esclava, sea uno de los ejes fundamentales de la obra,
siendo casi parte de la familia. La relación entre ambos colores de
piel es concebida como un lazo muy paternalista, donde se cuidan
mutuamente y sirve como retribución. Es por ello que relata la
emancipación de los negros como un desastre, porque ninguno de los
dos estaba preparado para despegarse del otro los negros se vieron
perdidos y abandonados a su suerte; no estaban preparados para ser
libres.
Pero
es que no podemos dejar de lado que Mitchell creció escuchando los
relatos de sus antepasados, todos blancos sureños que vivieron el
horror de la guerra y la reconstrucción. Su visión estaba muy
influenciada por los vencidos en la Guerra Civil que fue aquello, la
versión de lo que habían luchado para preservar la esclavitud y que
atravesaron por ese proceso de amarga derrota que destruyó y arruinó
su mundo para siempre. Según ésta visión, el Sur anterior al
evento era una sociedad feliz que había sido destruida por las
agresiones del Norte.
No
puedo dejar pasar la violación que ocurre dentro de ésta novela y
esto sí que es un spoiler, así que apartir de aquí pueden dejar de
leer hasta la conclusión. Hay un pasaje en el que Rhett borracho
toma a Scarlett y la viola, así sin más. Sin
embargo, es un pasaje muy romántico y apasionado. Ellos tienen
tiempo sin practicar el sexo, y el pierde la cabeza y arremete contra
ella, que al principio se resiste, y luego termina entregándose
sumisa. Su entrega justifica un poco el hecho, pero se ha hablado
mucho de esto, porque inclusive la misma Margaret fue víctima de
violencia doméstica en uno de sus matrimonios, y que al igual que
Scarlett siempre estuvo muy adelantada a su tiempo. En fin, es un
pasaje muy criticado que ha dado mucho de que hablar, pero que ha
generado muchos suspiros, ¿es violación, sí, no? Se lo dejo a su
criterio.
En
definitiva, una obra magistral que me ha encantado y que sin duda
recomiendo leer. Soy toda una drama queen y éste libro se adapta
perfectamente a los criterios que tengo para definir a un buen dramón
de los grandes. Una novela excelente, que aborda temas como las
relaciones sentimentales, la esclavitud, los dramas humanos que
ocasionan una guerra, las costumbres de la época, dentro de un
contexto histórico interesante, muy bien abordado, que demuestra que
la mayor y mejor muestra de histórica es la literatura. A pesar de
que cuenta con mil y pico de páginas, es una lectura bastante amena,
que no se suele hacer pesada y que, aunque a veces baja la identidad,
se mantiene entretenida. Un libro que me ha encantado y que no pueden
dejar pasar por nada del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario