Me encantan los
libros infantiles.
Qué bonito es cuando
un escritor toma un hecho cruel y doloroso y lo transforma en algo maravilloso
y hermoso, éste es el caso de Los quiénes y las ánimas de Dunfaurlin, pues Juan
Carlos Rodríguez se inspiró en en “esos pequeños que nunca llegaron a conocer
el mundo”, pues afirma que atravesó una situación difícil ya que no lograba
tener hijos; “Fueron momentos difíciles, pues aunque el mundo no se detiene
nunca dejas de pensar que le has fallado de alguna forma a una pequeña vida que
se abría camino hacia este mundo. En nuestro caso la cuarta fue la vencida” y
dedicó su libro a sus tres ánimas,Amelie, Julieta e Isaac, que lo acompañan
siempre, al igual que a su hija Micaela, que representa el final de su
sufrimiento.
Los
quiénes y las ánimas de Dunfaurlin es una historia hermosa, llena de magia, que
he leído en compañía de mi hermana de seis años, ambas hemos disfrutado de ésta
historia de la misma manera, pues como toda la literatura infantil, éste es un
libro apto para todo público, cargado de grandes hazañas y aventuras que
brindan una excelente diversión por unas horas.
Nos
encontramos con Tristán , cuando la noche de su décimo cumpleaños se aventura en
el mundo de los quienes, y acompaña a
una serie de ellos en la búsqueda de La Fuente. En éste viaje, o en tiempo de
los sueños como es llamado por los quiénes, se topa con las ánimas, que son
seres que están en el limbo entre los dos mundos, que no son ni de sol ni de
luna y cuyo lugar es el más allá, sin embargo, están atrapados en el más acá, y que
van a guiarlo por su camino, donde se topa con Amélie en la Casa de metal en la
montaña, con Julieta en la fiesta del té, con Isaac en el arriero carmesí y
sigue hasta llegar a su destino, donde se encuentra con Micaela, que está del
otro lado del reflejo.
Es
una historia preciosa, cargada de sentimiento y de aventura, que nos lleva por
el mundo de los quiénes y Dunfaurlin, donde se encuentran esas ánimas que no
vieron la luz y que, sin embargo, son parte fundamental de la historia, pero
sobretodo de la vida de Juan, ya que simbolizan todos aquellos niños que, por
jugadas de la vida no pudieron nacer, pero que tienen su reivindicación en ésta
preciosa historia.
El
libro cuenta con tan solo 100 páginas cargadas de ilustraciones y acompañadas
de una prosa preciosa, sumamente poética y con muchos toques de inocencia,
propios del género. He acabado el libro en dos días, ya que como les dije lo
leí en compañía de mi hermana, que quedó muy maravillada de la historia, por
cierto, y tuvo un sueño curioso con los quienes y las ánimas, y no tengo nada
malo que decir, sin duda alguna, es una historia entrañable que he disfrutado
muchísimo y que recomiendo bastante.
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