Tardes Felices, Salvador Fleján, Reseña.

 
Gracias a Ediciones Puntocero por el ejemplar y por el apoyo.

Que viva el siglo XX, jamás me cansaré de decirlo.
A pesar de que Tardes felices no es un libro escrito durante el siglo XX , si nos narra las cosas maravillosas que sucedieron en su transcurso (que yo no pude vivir, pero me he encargado de investigarlas y me encantan) pues se pasea por todos esos programas que caracterizaron a la televisión venezolana entre los 60's y los 80's , se escabulle dentro de películas como "Tiburón" y en resumen, en pequeñas historias nos narra todo lo ocurrido en un siglo maravilloso que estuvo cargado de grupos musicales, televisión (toda una novedad), cine y recuerdos memorables para una generación conformada por los que hoy en día son nuestros padres (y que yo, tristemente no pude vivir).

Me encanta la crónica que Ediciones Puntocero publica, es increíble como cada crónica suya consigue atraparme y fascinarme, ocurrió con Caracas Muerde, con Objetos no Declarados y ahora, con Tardes Felices, que además es un regalo para el caos en el que vivimos, ya que nos transporta a una Venezuela un tanto más prospera y más feliz que se ha alejado muchísimo de nuestra realidad y que cada vez está mas distante, es por ello que he obligado (casi) a mis familiares a leerse sí o sí éste libro, a recordar su infancia y juventud y a que, dentro de tanto caos, recuerden que algún día tuvieron sus Tardes Felices, cargadas de televisión, cultura pop y música que algún día volverán (o eso seguimos esperando). "Sus páginas son como el eco de un país que pareciera mirar hacia atrás, melancólico, en busca de la candidez perdida".

Sin duda alguna lo que más rescato de la experiencia de leer Tardes Felices es esa preguntadera (como dice mi mamá) frecuente que tenía en mi casa, al estilo ¡PAPÁ! ¿Te acuerdas de ésto? ¿tú viviste ésto? ¿fuiste a éste lugar? ¿Escuchabas tal banda? Y un sinfín de preguntas más que tenían a mi familia un poco harta (y eso que solo me tardé un día leyendo el libro). Lo cierto es que, a pesar de cierto susto que les pegué gritando sus nombres, me ha encantado la experiencia de "la preguntadera loca" y yo sé que aunque les haya molestado en cierto momento, hice de su día una tarde feliz, pues aunque se creyeron esa de que les estaba preguntando por curiosidad, lo cierto es que sólo quería llevarlos un ratico a  recordar sus años mozos.

Tardes Felices es un recuento de 26 relatos agrupados en 143 páginas que se ubican en la Venezuela de los 60's hasta los 80's y que avanzan al son de su música, que van al cine, que cada tarde ven los programas de televisión que reinaban en aquel entonces y que visitan los míticos lugares que andan sonando por las calles de Caracas, acompañados de un humor sarcástico típico del venezolano y que se pasean entre "la crónica periodística y la narrativa más descarnada".
Y es que Fleján se pasea por toda Caracas, baja hasta la Guaira y se regresa escuchando música en su Walkman para llegar a su casa a  ver Chamocrópolis, o para pasar por una Romería, e inclusive para disfrutar una vez más de Back to the Future o Tiburón, porque eso es Tardes Felices, un conjunto de variados, frescos y livianos textos que nos llevan al pasado y que nos hacen extrañar cada vez más esa "calidez perdida".

Entre los relatos, destaco "Millones",  ·Rardes Felices", "Historia privada de la viveza criolla", "Viejo Verde", "Bendecida y Afortunada", "El tío Mannix" y "Secretos de alta mar", pero sin duda mi favorito entre todos es Millones, sobretodo por el sentido que le dan al tener dinero y sobre cómo nos explican que no hay mejor manera de invertir plata que en uno mismo; cosa que el ser humano por naturaleza suele olvidar.

En definitiva, un libro que me ha encantado y que es una recomendación para toda clase de público en cualquier momento, es justo y necesario que lean en compañía de sus hijos o de sus padres (eso ya es su problema) y que traigan a su memoria esas Tardes Felices que algún día volverán.





1 comentario:

  1. Hola, que bonito todo lo que cuentas del libro, una gran lectura.

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