Guerra y paz, León Tolstói.

Definir una biblia como Guerra y paz es muy complicado, sin embargo, podemos decir que su trama se desarrolla fundamentalmente en la invasión napoleónica de Rusia a través de cuatro familias aristocráticas: La Bezújov, enfocada en Pierre; la Bolkonsky, mediante el príncipe Andréi y la princesa María; la Rostov, con el conde Iliá Andréievich, Natasha y Nikolái a la cabeza; y la Kuraguin con Elena y Anatoly, y que, junto a ellos, se incorporan grandes personajes históricos como Napoleón, el emperador ruso Alejandro I y el general Kutúzov, que le confirman el sentido documental de la obra.

A través de un gran núcleo de personajes, Tolstói obtiene un alcance muy amplio que logra gracias a la interacción entre ellos, alrededor de 1812, con la Guerra y la invasión napoleónica de Rusia y la posterior paz como telón de fondo, dejando ver la vida de las familias rusas en el día a día, enfocándose en los compromisos matrimoniales y la importancia que estos tenían para la sociedad. Así, se vale de un contexto muy amplio para hacer descripciones abundantes sobre sus propias opiniones sobre lo que significó la guerra para la historia, ligándolas con la filosofía y la religión.

Si bien sus casi 2.000 páginas intimidan, Guerra y paz es un libro que no pueden dejar pasar, pues es la epopeya coral de una época y la radiografía del alma humana que es considerada la Biblia de la literatura, ya que está compuesta de cuestiones filosóficas eternas que nos preocupan a todos como hombres y a las que el escritor intenta dar respuesta, armando un shock para el corazón, lleno de cientos de consejos para la vida humana, escondidos tras un exhaustivo manual de la historia de las guerras napoleónicas, que le permiten a Tolstói hacerse preguntas como ¿quién soy, de dónde vengo, a dónde voy, por qué estoy aquí? Y transmitírselas al lector, para hablar sobre nuestra responsabilidad ante el destino del mundo, inmiscuyéndose en la individualidad para observar qué podemos hacer por la humanidad.

A través de personajes que tendrán siempre vida eterna, Tolstói se consagra como el maestro de la literatura, pues a través de ellos retrata la vida humana a perfección y construye un catálogo de arquetipos que nos inundan a cada uno de nosotros y que forman parte de toda psique. Mediante ellos, el ruso nos deja ver que existen dos niveles de existencia y de comprender el mundo: la guerra y la paz, entendidas no solo como la ausencia una de la otra, sino como el entendimiento entre la humanidad, pues o bien estamos enfrentados con nosotros mismos, con la gente, o estamos reconciliados, felices, en esa eterna búsqueda de nosotros mismos dentro de un ciclo de tragedia y existencialismo eterno.

En nuestra contemporaneidad, Guerra y Paz se presenta como una obra de culto, donde el amor también juega un papel fundamental, en lo terrenal, hacia la gente, a cada uno de nosotros. Por ello, la obra destila optimismo, ese espacio de paz en el que todos somos felices. Porque por increíble que parezca, el escritor se centra en la paz, en la intensa vida interior de sus personajes, llena de reflexión, dudas, búsqueda de la verdad y empeño por hacer el bien sin mirar a quién. La genialidad de Tolstói se hace presente en cada página, pues es increíble ver como a pesar de ser una novela tan intensa y extensa, con tantos personajes, mantiene la trama perfectamente conducida por un narrador omnisciente que lo controla todo con sabiduría, graduando el tiempo que dedica a cada escena, dando la sensación de que avanza como la vida misma, con sus alegrías y desgracias.

Tolstoi dota de realismo a las situaciones que componen Guerra y Paz y hace que las sientas tuyas. El escritor logra ponerle palabras a decenas de sentimientos, describiendo el amor más puro, la felicidad, la atracción irresistible por el mar y el odio repentino a quienes más queremos. Con mucha naturalidad, analiza lo más íntimo del ser humano y, al acabar el libro, da la sensación de que abarca todo lo posible. En definitiva, una obra maestra que da la sensación de que habla de ti. Imprescindible. Se va a mis favoritos de este año.