Grandes parte de preguntas como ¿Qué
puede llegar a ocurrirles a los vecinos de un barrio cualquiera en estos
tiempos difíciles? ¿Cómo resisten, en pleno ojo del huracán, parejas y personas
solas, padres e hijos, jóvenes y ancianos, los embates de una crisis que
«amenazó con volverlo todo del revés y aún no lo ha conseguido»? para relatar
la vida de una familia que vuelve de vacaciones decidida a que su rutina no
cambie, compuesta por un recién
divorciado, una abuela que pone el árbol de Navidad antes de tiempo para dar
ánimos y una mujer que se va al campo a vivir de las tierras de sus
antepasados. Los muchos vecinos y protagonistas de esta novela, viven momentos
agridulces, llenos de solidaridad, indignación, rabia, ternura y tesón,
aprendiendo a besar el pan.
Es
un libro duro, porque son los niños quienes padecen los problemas más fuertes
de la crisis, sin tener culpa de nada. Los besos en el pan cuenta lo que ha
supuesto la crisis en España (jeje y en Venezuela también) para millones de
familias anónimas que se ven encarnadas en los personajes de estas historias.
Los Martínez Salgado construyen una crónica de la actualidad, que encarnan
anécdotas y tienden al arquetipo común de los ciudadanos de a pie.
Grandes
muestra la soledad y aprovecha la literatura para denunciar la crisis en la que
se ve envuelta. El barrio aparece como centro de vivencias y actividades, que
se fe afectado por una situación económica que no entiende de clases sociales,
donde los vecinos no son culpables de lo que los rodea, pero sí son víctimas
del ambiente. Ella narra las circunstancias que padecen cada uno de ellos, que
se pasean desde la inmigración, la explotación y los despidos, hasta la falta
de alimento en las familias, la corrupción y los desahucios.
Sus
vidas se cruzan para generar nuevos conflictos, amor, deseo, secretos, cenas,
fiestas, violencia, suicidio, alcoholismo, enfermedades, desamor y otras tantas
miserias que luchan por intentar ser felices. Los besos en el pan es una novela
coral, donde la crisis es la verdadera protagonista, pues todos se ven en segundo
plano, afectados por ella, que se unen para sobrellevar las circunstancias que
se les avecinan y que perduran en la memoria del lector.
Grandes
invita a una reflexión inspirada en su realidad, y se basa de su indiscutible
capacidad para escribir y nos convierte en cómplices, invitándonos a pensar y a
incursionar en lo más hondo y complejo de la realidad. Crea conflictos en torno
a una realidad familiar, interesada principalmente en la vida cotidiana,
manipulando sentimientos y naturalidad en los diálogos comunes. Cada uno de los personajes está ahí para algo
y cumple el rol de ser un pedacito de nosotros, los habitantes que no tenemos
la culpa, pero que somos los principales afectados de una crisis que amenaza
con llevarnos por el medio.
En
definitiva, una novela importante, que denuncia la crisis que le afecta a la
escritora y que merece ser leída.
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