El llano en llamas, Juan Rulfo.


 
Viva siempre el siglo XX.

Pedro Páramo es uno de los grandes libros que he tenido la dicha de leer. Juan Rulfo es de esos escritores que escribió poco, pero lo que hizo lo logró con tal grandeza, acierto, belleza y genialidad que se ha convertido en una figura inmortal en las letras latinoamericanas.

El llano en llamas se compone de asesinatos, pueblos desiertos, historias no contadas, familias pobres, vacas, acusaciones, culpas que se heredan, enfermedades, venganzas y traiciones, que dan como resultado un compendio de historias duras contadas a través de 17 relatos que concentran la temática propia del escritor: la Revolución mexicana, las tierras, la marginación social y económica, la violencia en todas sus formas, la religiosidad como búsqueda de respuestas, la guerra cristera,el fracaso de la educación, la tensión provocada por Estados Unidos y la demagogia de los políticos ante toda esta catástrofe mexicana.

Con una prosa sumamente sencilla, que se asemeja a los paisajes de polvo y miseria que van y vienen hacia lo fatídico, Rulfo toca temas sumamente importantes sobre la condición humana y la vida de México para aquel momento, al gran nivel de la tragedia griega. Tomando en cuenta que fue su primera obra, El llano en llamas sentó las bases para lo que luego sería Pedro Páramo, que no es más que una extensión hecha novela de estos cuentos, pues el autor sigue utilizando ese estilo narrativo que lo caracteriza.

Con sus cuentos, logra dar una nueva visión de la miseria de sus personajes en el campo de sus pueblos, que reciben como herencia un montón de polvo infértil, miseria y una violencia que se rebela gracias a la injusticia social. Así, el mexicano narra con profundo sentido poético las acciones desoladores y el estado mental de sus personajes, en un alto grado de intensidad, que genera en el lector hondas y confusas emociones. Transmite una peculiar tensión, pues todo sucede de manera rápida, pero sus consecuencias aparecen de manera lenta.

Los cuentos que conforman este libro se desarrollan en Jalisco desde 1910 hasta comienzos de los 50's, mostrando el lugar y las condiciones en las que creció el escritor, pues esa es la época que lo formó y lo que conoce y lleva dentro. Ese mundo rural, violento y desesperanzado, lleno de soledad, hambre y muerte eran la cotidianidad de Rulfo y el reflejo de un continente pisoteado.  Por ello, se adentra en el mundo interior de los campesinos, utilizando la introspección, los diversos puntos de vista, el monólogo interior y el fluir de la conciencia para hacer constancia de todo esto y que el lector es capaz de percibir a través de una visión trágica, que muestra el lado que todos querían ignorar, con una visión humanista, que muestra el sentido de la existencia, las flaquezas del ser humano y la fuerza que somos capaces de sacar ante la opresión, trascendiendo lo estrictamente social y convirtiendo sus cuentos en obras llenas de un sentido simbólico.


El llano en llamas senta las bases para narrar esas historias de la guerra y la postguerra que tan común se han hecho. Los cuentos de esta colección sirven para explicar diversos movimientos históricos que han tenido lugar a lo largo de los años y que demuestran que la historia es un eterno ciclo, donde la literatura juega un papel preponderante, pues desde sus títulos, el lector anticipa el peso de esos cuentos que nunca acabarán y que seguirán sorprendiendo a futuras generaciones.

Es un libro mestizo, pues a pesar de que todos coinciden en un mismo punto y en una denuncia común, se pasea por diversas vidas y paisajes que lloran y son un personaje más.  Su literatura es directa y siempre lleva consigo un mensaje claro y contundente, pues gracias a su evidencia, las bases sentadas y la peculiaridad de sus textos, se ha convertido en un referente clásico y en una repercusión que nunca pasará en nosotros, los latinoamericanos, ya que le dió al cuento un tono muy contemporáneo, autóctono, que parte de nuestras tragedias más primitivas.

Así, Rulfo presenta las cuestiones más terribles sin una gota de melodrama, todo lo contrario, pues sus personajes son tan violentos porque es el modo en el que han encontrado la manera de sobrevivir en un mundo que se les opone, a modo de resignación y que presentan a un país y a un continente que, pese haber pasado más de sesenta años, parece no haber cambiado demasiado y que sigue haciendo del escritor un referente vigente.

En definitiva, El llano en llamas es una escala de grises, que sintetiza en breves relatos el sentir de un continente. Así, Rulfo muestra un gran talento que, por desgracia, solo quedó marcado en dos grandes obras de la literatura lationoamericana clásica y que sentaron las bases para numerosas historias posteriores. Una obra que demuestra que, luego de una terrible “revolución” solo queda hambre, miseria, pobreza, ganas de venganza y la esperanza de un futuro mejor.

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