La reina del Sur, Arturo Pérez-Reverte.




Sonó el teléfono y supo que la iban a matar.

Arturo Pérez-Reverte es murciano y Murcia me tiene enamorada desde hace unos cuantos años. Buscando qué leer en internet, me topé con La reina del Sur, una novela que se debate en la realidad ficcionada y la ficción realizada. Así de complejo, tanto como el narcotráfico.

Nunca había leído al autor y sin duda espero seguir haciéndolo. En esta oportunidad, nos presenta a Teresa Mendoza, un personaje que se va transformando en una leyenda popular. Se sitúa a finales del siglo XX, como la mayoría de estas novelas, al sur de España, donde la protagonista se refugia del mundo de las drogas y la corrupción política, tras huir de su tierra natal, Culiacán. Tras la muerte de su novio, “El Güero”, recorremos su vida, nos conocemos de que existe, de que es esa mujer que huye de su país presa del miedo y llega a un nuevo sitio con la intención de seguir (sobre) viviendo, sorteando obstáculos y corriendo de apuro en apuro, hasta convertirse en La reina del sur, que se convierte en una leyenda sencilla tras comprender su complejidad (sí, así de ilógico), mostrando sus deseos, ilusiones, amores y raíces.

La protagonista es una mezcla de causas familiares y sociales, con un fuerte temperamento y “criterios morales”, que da pie a que la novela enganche desde la primera página, pues la acción no baja hasta el final de la historia que tiene pa capacidad de dejarnos boquiabiertos. El único fin de esta novela es explicar la vida de Teresa, cuáles fueron sus consecuencias y de dónde nace su pasión por la venganza, a modo de héroe que encarna el duro aprendizaje de la vida.

Teresa es una especie de “heroína cansada”, como él mismo la llamó una vez. Pérez-Reverte traza un perfil femenino distinto y complejo, apoyado en una gran carga psicológica, complementada con un conjunto de personajes variados, que son un reflejo de la condición humana, sus sueños, lealtades y, sobretodo ambiciones, que dan pie a que se conjugue la corrupción al poder y se intensifique la perspectiva de buenos y malos.  El autor nos invita a sacar nuestras propias consecuencias, dentro de una novela ácida, que parte del respeto a ciertas normas, en las que se escudan los canallas sin piedad.

El murciano construye personajes notables, atractivos y llenos de suspenso. Domina todos los trucos y los aplica variando sus narradores. Conjuga la crónica periodística con el relato novelado, donde demuestra su talento como periodista y escritor, uniendo en una voz principal la de numerosos testigos, comenzando con una primera persona, que roza la segunda y que da paso a un narrador omnisciente, que va y viene en un tiempo roto, entre el castellano peninsular y el mexicano vulgar.

Entretenida como pocas, La reina del sur es una novela inquietante que aborde la problemática que hay bajo la aventura criminal, que Arturo Pérez-Reverte trabaja bajo un juego constante entre periodismo, literatura, realidad y ficción, con descripciones minuciosas, que dan un mayor realismo a la novela, que en ningún momento se hace pesada. Se trata de un personaje femenino que evoluciona y que se convierte en un mito entre las calles, acercándose a la cultura mexicana profunda, en conjunto con las tradiciones españolas.

La narración es rápida y precisa, da la sensación de estar leyendo la biografía de alguien real, que existe y que ronda en algún rincón del planeta. Es una realidad que a través de 500 y pico de páginas que reflejan a ese pedazo de la sociedad que se mueve bajo las redes del narcotráfico, a través de una mujer sinaloense que escala los niveles más altos del crimen organizado.

La intención del español era hacer un “narcorrecorido”, en una muestra de describir la ola de criminalidad que ahoga al mundo, a través de una heroína popular cuyos actos son producto del medio que la rodea. Teresa es callada, parece ser indolente, sólo reacciona ante la presión, pues su mundo interior se constituye por varios recuerdos trágicos y una gran habilidad para marcar a la gente y resolver cualquier cosa que se le atraviese.

Abundan las persecuciones, los tiroteos y la admiración hacia esta mujer. Pérez-Reverte se muestra como un observador atento de la vida mexicana, construyendo una novela que la provoca y la denuncia, en una historia vertiginosa que no para ni un momento. En definitiva, una novela intensa e interesante que me ha gustado muchísimo y que espero sea el inicio de una larga trayectoria con el escritor.

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