Este libro es un análisis de la realidad de
América Latina, enfocado en los mitos indigenistas y marxistas sobre la región
y las marcas que han dejado la destrucción e idealización de las culturas
indígenas nativas. Rangel apoya su pensar bajo la idea de una “América Española”
y no Latina, que se ha visto transformada y que aborda a través de 11 capítulos
titulados: “Del buen salvaje al buen revolucionario”, “Latinoamérica y los
Estados Unidos”, “Héroes y traidores”, “Ariel y Calibán”, “Latinoamérica y el
Marxismo”, “Latinoamérica y la iglesia”, “Algunas verdades”, “Algunas verdades
más” y “Las formas de poder político en América Latina” (3), que desmienten los
mitos del tercermundismo de nuestro continente y que concluye que nuestras debilidades tienen distintos causantes.
Así como “Las venas abiertas de América Latina”, este libro ha cambiado mi vida. A más de 30 años de su publicación, esta obra es una lectura obligatoria para entender nuestra realidad, que sigue reproduciendo los mismos fracasos, impotencias e ilusiones. Rangel nos compara con países desarrollados, bajo la premisa de “el que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche”, a través de elementos como la historia, la psicología y la filosofía, para rechazar el victimismo nacionalista y admitir que la realidad siempre será diferente a la de Occidente.
En
pleno siglo XXI, seguimos tropezando con piedras como el populismo, el
clientelismo, la corrupción, entre un montón de cosas más. Es por ello que Del
buen salvaje al buen revolucionario no es sólo un ensayo más, pues a diferencia
de los otros, teoriza sobre nuestro origen y destino, sí, pero además, se
atreve a señalar las violentas consecuencias que ese origen tiene en nuestro
presente. Es decir, cómo ese legendario buen salvaje, bueno y manso que
complació a Colón, con el paso del tiempo, se convirtió en el revolucionario
bravo y justiciero, heredero de los libertadores, dispuesto a vengar su
historia y construir la sociedad que nos merecemos que somos hoy en día.
Conjugando
una serie de elementos, Rangel estudia la proyección de esos mitos en nuestra
realidad, dejando de lado la idea de que hemos sido “corrompidos” y mantiene la
convicción de que seguimos adoptando doctrinas obsoletas que nos mantienen como
estamos, intentando luchar contra un “imperio” que siempre estará por delante.
Se despoja de la idea de que existe un “buen salvaje” y un “buen
revolucionario, para concluir que la “ambición secreta que vive en el corazón
de cada latinoamericano consiste en desafiar a los Estados Unidos, romper con
los Estados Unidos, como desquite no sólo por los atropellos y humillaciones
particulares y concretas sufridas por los latinoamericanos colectiva e individual
a manos de los yaquis, sino sobre todo por la humillación y el escándalo general
que significa el éxito norteamericano y el fracaso latinoamericano”.
Así,
el libro es un intento de explicar ese abismo, bajo la convicción de que sólo
abandonando esos mitos, seremos capaces de asumir nuestras responsabilidades y
superar el complejo de inferioridad que se esconde bajo la idea del buen
salvaje y el buen revolucionario.“¿Llegaremos a ver en
América Latina gobiernos ‘socialistas’ tiránicos que liquiden toda disidencia,
encarcelen, torturen y fusilen a sus opositores y a los miembros caídos en
desgracia de su propio personal, bajo el pretexto de estar extirpando
actividades de espionaje o connivencia con el extranjero, según el modelo de
los juicios de Moscú, Praga y Budapest?” Se cuestionaba Rangel hace unas
cuantas lunas. Y si eres venezolano, ya sabes la respuesta.
En definitiva, Del
buen salvaje al buen revolucionario habla del miedo a la libertad que aún pesa
sobre nosotros, pues esta implica una serie de responsabilidades, que para
muchos resultan difíciles y prefieren refugiarse en un sometimiento a una
autoridad que “decida por nosotros”. Así, la obra parece haber sido escrita
ayer, pues contiene muchas de las problemáticas venezolanas en los tiempos del
chavismo, que nos llevan a cuestionarnos si realmente hemos avanzado siquiera
un poco desde que este libro fue escrito. Yo creo que no. Pero léanlo. Capaz y
un día lo hagamos.
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