Arquetipos mitológicos en la literatura.



 

El arquetipo es universal porque se genera en la psique del hombre. El número de ellos es tan extenso como la variedad de experiencias humanas y es por ello que podemos encontrarlos en la literatura, ya que esta aborda temas universales, que siguen una serie de patrones iguales, que se relacionan con figuras y mitos griegos, que pueden representarse tal que así:

El héroe: La vida del mismo puede estar marcadas por una serie de circunstancias, como una madre virgen, una concepción extraña y un afán por matarlo. Sin embargo, es salvado y criado por padres postizos, para al alcanzar la madurez, regresar a reclamar su reino. Después de ello, se cada con una princesa, se convierte en rey y muere de manera misteriosa. Edipo, Hércules, Aquiles, etc etc.

La víctima: Aquel (lla) que paga alguna culpa o pecado que haya caído sobre su pueblo.

El desterrado: Aquel que es expulsado de un grupo como castigo por crímenes cometidos contra sus amigos.

La figura diabólica: Aquel que ofrece algo, como fama o renombre, a otro para poseer su alma.

Los amantes fatales: Aquellos que no pueden estar juntos y su final termina trágicamente con la muerte de uno y el sufrimiento de otro.

La madre tierra: Abundancia, fertilidad y protección, que ofrece un soporte espiritual y emocional para aquellos con quienes está en contacto. Puede ser negativa o positiva.

El ideal platónico: Pasiva y bonita.

La “mala mujer”: Puede verse en aquellas que arremeten contra su marido y son castigadas, por la vida o por el hombre, gracias a ello.

La búsqueda: Algo o alguien que debe ser devuelto a la tierra prometida.

La misión: El héroe debe realizar alguna tarea para salvar al reino y quedarse con la bella princesa.

El viaje: El personaje parte de su tierra y vuelve siendo una persona completamente distinta.

La iniciación: El comienzo de la vida, el paso de la juventud a la adultez, confrontando todos los problemas que esto acarrea.
El descenso: Ir a nuestros infiernos, perdiendo la inocencia y la felicidad, como pena por desobediencia y ofensas morales.

Muerte y renacimiento:  Ciclo de la vida. Luz – oscuridad; Agua – desierto; Cielo – infierno; como la moralidad y el conflicto del bien contra el mal, complementándose el uno al otro.

El término literatura es muy amplio, pudiendo tener diversas interpretaciones. Sin embargo, al referirnos a la Literatura como disciplina podemos asumir que la misma constituye un medio de comunicación que engrandece al individuo; le abre una puerta hacia el conocimiento universal y le brinda experiencias de la vida. Además contribuye -entre otras cosas- a entender cómo los ciclos míticos operan en la cultura del mundo.

El mito es una creencia totalmente aceptada por un grupo, especialmente si funciona como base de instituciones o prácticas existentes. También ha sido entendido como un relato o conjunto de elementos narrativos en el cual se expresan e implícitamente se simbolizan determinados aspectos profundos de la existencia humana. En realidad, el mito es el vehículo no consciente de significaciones ligadas a la naturaleza interna del universo y de la vida humana; es íntima su relación con el rito y su actualidad operante deriva de su repetición en el culto o en la historia del mundo o del hombre.
Según la etnología, se ha visto una forma de comportamiento mítico en la participación de una sociedad entera en ciertos símbolos, y así ha venido a afirmarse la supervivencia moderna del mito. Esta estrecha relación entre mito y sociedad indudablemente nos permite obtener percepciones de la naturaleza del comportamiento humano.

Existen muchos ciclos míticos representados en la literatura. Es importante observar como escritores de períodos totalmente diferentes, coinciden en el tratamiento de los mitos. Un ejemplo clásico es el mito de la batalla de los sexos, o de la preeminencia de un sexo sobre el otro. El mito ayuda a la comprensión de la literatura del mundo y sus culturas.

En el enfoque mitológico, se traduce en imágenes que suelen ser semejantes en una gran variedad de trabajos literarios al igual que en leyendas, sueños y hasta en los patrones del comportamiento social. Las similitudes del arquetipo en estas manifestaciones reflejan una serie de patrones universales, primitivos y elementales cuya efectiva encarnación en un trabajo literario evoca una profunda respuesta del lector. El  arquetipo invoca un símbolo, una imagen que se repite constantemente en la literatura para ser reconocida en componente de la experiencia literaria como un todo. Uno de los objetivos de estudiar la literatura desde un enfoque mitológico consiste en apreciar la continuidad de formas e imágenes a través de diferentes culturas y tiempos.

La literatura no es solamente una reflexión del progreso social, sino la esencia, compendio y resumen de toda la historia. Razón ésta por la que la mayoría de las interrogantes producidas por los estudios literarios son, en última instancia o por implicación, interrogantes sobre temas sociales; sobre tradiciones, convencionalismos, normas, géneros, símbolos y mitos.

La misma tiene importante función social por cuanto constituye una representación de las capacidades del ser humano. El acto literario escenifica un microcosmos en el que se intercambia energía proveniente de las relaciones de las experiencias senso-perceptivas obtenidas de una realidad social. La vida, mito y sociedad se relacionan íntimamente, en tanto el primero favorece el entendimiento de la conducta del ser humano, su mundo y su cultura. Los arquetipos son imágenes primordiales que parecen subyacer en el hombre o en la civilización y frecuentemente encuentran expresión en los trabajos literarios. La literatura, a su vez, está imbuida en el mismo orden mitológico del mundo y con los mismos patrones culturales que reflejan y dan forma a la psique y a la vida social del hombre. La mitología sirve a la literatura, ayuda a comprenderla.

A la luz del enfoque mitológico los arquetipos se repiten de manera similar en una gran variedad de trabajos literarios, así como también, figuran en muchos patrones sociales y aun en los sueños. Las similitudes míticas presentes en estos fenómenos reflejan una serie de patrones -elementales y universales- que en su real encarnación en un trabajo literario provocan una respuesta profunda tanto del autor como del lector.

Mediante el estudio de la literatura a través del enfoque mitológico, se puede apreciar la continuidad (repitencia) de las formas e imágenes a lo largo del tiempo y en diferentes culturas. Así mismo, este enfoque permite asociar la literatura con otras áreas de la actividad intelectual de manera consistente y significativa.
El enfoque mitológico puede ser utilizado en el proceso de aprendizaje de una lengua, ya que está relacionado con los patrones presentes y repetitivos del entorno social. Esta relación es factor motivante de la comunicación y discusión entre los estudiantes debido a la familiaridad que permiten los patrones.El lector disposición a cuestionar y a discutir los patrones de conductas de las sociedades,y esto   se torna emocionante porque ellos, no sólo discuten a favor o en contra del problema presente en el trabajo literario, sino que también esgrimen sus propias experiencias.

Todo esto se traduce en un gran disfrute de la literatura porque ésta no sólo ayuda a comprender el mundo, sino que los motiva a discutir y a comunicar sus inquietudes referidas a los patrones establecidos por la sociedad. Como consecuencia, este tipo de análisis literario propicia la comunicación entre los lectores y al mismo tiempo se presta para desarrollar y practicar las destrezas básicas del proceso de aprendizaje de una lengua (en este caso ha sido utilizado para lengua extranjera): lectura, escritura, comprensión y conversación. La riqueza de este enfoque se fundamenta en la estrecha relación entre literatura y sociedad, lo cual hace la comunicación posible y estimula al aporte de experiencias, historias.

La aplicación del enfoque mitológico requiere de preparación y de amplio bagaje cultural, a fin de que pueda comprender y manejar las diferentes situaciones, símbolos y personajes presentados por los escritores.

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