Tuya, Claudia Piñeiro.

No sé ni cómo terminé aquí.

Ya les he dicho que me encanta leer sobre mujeres en una realidad distinta a la mía. Cuando ví Tuya, de Claudia Piñeiro, en el Twitter de Alfaguara no dudé en leerlo, y lo cierto es que, como de costumbre, me ha encantado, pues con un estilo sencillo, la autora se inmiscuye en temas sumamente profundos, que aborda entre risa y risa.

Tuya”, de Piñeiro, comienza con un corazón dibujado con pintalabios rojos, cruzado con un “te quiero” y firmado con un papelito que reza como el nombre de la novela y con el que Inés descubre que Ernesto, su marido, la engaña. Dese ahí, se construye una maravillosa novela de suspenso, que pone como protagonista a una mujer dispuesta a hacer de todo con tal de conservar su matrimonio y lo que aparenta ser, combinando los mejores ingredientes del género negro, con un lenguaje inteligente, sutil y lleno de escenas con sentido figurado que, además de meterse de lleno en el thriller moderno, habla sobre el lado más crudo de la clase media.

A pesar de ser una novela cruda, los personajes causan incluso risa. Es increíble ver cómo Inés hace todo por no dejar de estar casada con Ernesto, intentando salvar su matrimonio, encubriendo sus asesinatos, perdonando sus infidelidades y elaborando coartadas, con la excusa de que no volverá a pasar, creyendo hasta el más absurdo argumento de su marido, con tal de no perder todo aquello a lo que está acostumbrada.

Pero deja de lado que en medio de ellos dos está su hija, Lali, a la que parecen ignorar, quitándole importancia ya que “sólo es la adolescencia”, pero se les escapa que está embarazada y que su novio la mandó a la mierda. Así, Piñeiro intercala capítulos narrados por Inés y su obsesión con ser la esposa de alguien y tener la familia perfecta que no es, ligados a las conversaciones que Lali mantiene con sus amigas, con capítulos narrados con la perspectiva de Ernesto, que está metido en un juego de infidelidades y crímenes, mientras le hace crer a Inés que no volverá a pasar y deja de lado a su hija.

La novela presenta la trama desde tres puntos de vista y personalidades diferentes, dejando claro que las versiones de la supuesta verdad, siempre tienen mentiras. Con un final magistral, Piñeiro demuestra que todos son (mos) culpables de algo y que deben (mos) pagar por ello, mostrando informes forenses, llamadas telefónicas y enseñanzas maternas, que mantienen el suspenso a medida que avanza la novela, con un humor muy especial marcado por Inés, que poco a poco se convierte en una mujer al borde de los nervios, mientras su familia se desmorona y ella intenta seducir a su marido, que no hace más que mentirle y, cuando cae en cuenta que su matrimonio está perdido, sus aspiraciones se van hacia dejar de ser esa mujer que vive la vida sin pena ni gloria, comenzando a cocinar la venganza, que es un plato que se come frío.

La pluma de Piñeiro es casi igual que la venganza, simple, directa, irónica, cínica y que nos engancha desde la primera página. Es un libro corto, pero no necesita de muchas páginas para mostrar una historia que nos involucra a todos y que nos lleva a aliarnos con quien no pensamos, siempre con un tono retorcido que nos sumergen en una locura típica de una trama policial llena de engaños y mentiras, con giros y sorpresas increíbles, que me ha dejado con la boca abierta y que ha superado mis expectativas.

En definitiva, una novela maravillosa, muy recomendable, que me ha encantado y que me deja con muchas ganas de continuar con la autora. Un thriller cargado de un hulo psicológico interesante que les recomiendo desde el fondo de mi corazón, pues Piñeiro se introduce en temas complicados como las apariencias y la adolescencia, bajo un marco de infidelidades y crímenes que te mantienen con los nervios a flor de piel.

1 comentario:

  1. La verdad es que creo que no termina de convencerme porque no es mi género pero muy buena reseña!

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