Los peligros de fumar en la cama, Mariana Enríquez.



Viva Mariana.

Los peligros de encender la luz fue un libro que me gustó muchísimo. El terror que mi tocaya maneja es sumamente particular y eso me encanta, así que cuando supe que Anagrama estaba editando una nueva novela suya, no pude aguantarme y, sin duda alguna, Mariana apunta a repetir este año entre mis favoritos.

De nuevo, parte de preguntas como ¿Qué hay detrás de la oscuridad? O ¿Qué esconde el miedo? Para redactar cuentos donde el terror roza lo cruel y grita en medio de un mundo de pesadilla, donde “las piernas no responden a la huida”. A través de estos 12 atroces cuentos,  narra cosas como que un bebé muerto reaparece reclamando cosas de su pasado; la densidad del agua de una tosquera; el poder que ejercen los ídolos muertos sobre sus fans; los fantasmas que habitan en un hotel de playa; la maldición que arruina a un barrio; la violencia en la adolescencia; la obsesión por un corazón; chicos desaparecidas; las brujerías de las viejas de pueblo, entre otros, que gritan y que prenden la luz para ayuntar las sombra.

A través de voces que están al borde del delirio, atrapados en una culpa que no logran quitarse y con los que Enríquez despliega todo un catálogo de los recursos del terror clásico, pues utiliza apariciones, brujas, espiritismo, grutas, visiones y muertos que vuelven a la vida para armar sus relatos y reelabora la literatura de terror conocida para hacerla propia y moderna.

Indaga en lo siniestro que hay detrás de lo cotidiano y crea imágenes que se adueñan de la mente del lector para siempre. Mariana Enríquez es, sin duda, una de las voces más fuertes en la literatura actual y poco a poco se va convirtiendo en una de las mejores narradoras contemporáneas del continente, pues se adentra en los huecos más recónditos del alma humana, mostrando cosas “imposibles”, que bien (suceden) podrían suceder. Es una escritora fascinante a la que le interesan las cuestiones de la vida y la muerte, construyendo una ficción oscura, minuciosa y cautivadora, que aborda lo real sin anestesia, llenos de astucia.

Sus cuentos convierten a la realidad en un sentido simbólico y tangible, pues juega con lo inasible de la materia, dentro de la urbe argentina, con sus anteriores dictaduras, sus redes criminales y la recurrente burocracia, narrando sus tensiones, sus miedos y el deseo que esconden sus personajes, a través de sus relatos terroríficos, llenos de sufrientes, sexo, pesadillas y fuego.

Entre mis favoritos están “El aljibe” “Cuando hablábamos con los muertos y “Perturbación”, pues me han puesto los pelos de punta. Como dice King, el miedo es una cuestión muy personal y, con Los peligros de fumar en la cama, Enríquez lo hace universal, explorándolo y explotándolo al máximo, escribiéndolas desde cero y consiguiendo que el impacto llegue a cada uno de los lectores. En definitiva, un libro que te perturba, pero del que es imposible despegarse y que fue uno de mis favoritos el pasado año.

1 comentario:

  1. ¡Hola!

    Ayyy que pena me da porque no soy nada de historias de miedo, pero realmente tienen pinta de ser geniales.

    ¡besos!

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