Azul y No tan Rosa - Miguel Ferrari - Película







Azul y no tan Rosa es una película venezolana dirigida por Miguel Ferrari y estrenada en el dos mil doce llevandose el premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana. Vi esta película por primera vez el año pasado por obligación para redactar un ensayo para Castellano (y saqué buena nota, COS) y nunca me arrepentiré de haberle hecho caso a mi profesora y prestarle atención a la película, ya que hoy en día es una de mis favoritas y un orgullo venezolano.

La película fue hecha en Caracas, Mérida y España, con escenarios preciosos, y escenas y frases inolvidables que hicieron de la película un éxito en las taquillas venezolanas, está llena de actuaciones (y actores) magnificas que le dan magia y transmiten más allá de la alegría una problemática que no sólo afecta a Venezuela si no a nivel mundial: la injusticia y el rechazo hacia las personas "homosexuales" (no me gustan las etiquetas), además de otros temas fuertes como el maltrato hacia la mujer, la inseguridad, la homofobia familiar, las personas transexuales y porque no, también del primer amor y la adolescencia.

Para nadie es un secreto que el tema de la homosexualidad y el ser transexual es un tema tabú y un tema que causa gracia y utilizado comúnmente en la televisión para hacer burla y referirse a algo inferior y negativo. Al igual que en el vocablo Venezolano y en las expresiones que utilizamos a diario el "ser homosexual" es expresado como ser "marico" "parchita" o simplemente decir "no, ese pana es raro", el ser transexual transgenero o homosexual es un tema tabú del que no se habla ni en el hogar ni en el colegio (y cuandos e habla se hace de una manera despectiva) porque desde chiquitos nos dicen que el que tiene un comportamieto afeminado o simplemente no le gustan ciertas cosas masculinas o femeninas es "marico" o "marimacha", y de una vez es etiquetado como el raro. En fin, esta película hace una crítica social sobre los comportamientos y pensamientos de la población Venezuela (y fuera de ella también) y que expone con gracia hasta que punto es capaz de llegar el ser humano sólo porque alguien no piensa o es como el.

Esta película además de contar con un elenco fabuloso, cuenta con un soundtrack muy divertido y un trabajo fotográfico precioso que se puede apreciar durante toda la película pero con más énfasis en el intro, en las escenas del baile del tango y en el viaje a Mérida.

Miguel Ferrari consigue sin duda llegar a los corazones de los espectadores a través de personajes como Diego, el único personaje homosexual real que he visto, un hombre que le gustan los hombres pero sin ser caracterizado ridículamente afeminado, Delirio, un transexual con un corazón enorme y un sentido del humor que le da el toque gracioso a la película en compañía con Perla Marina que, a pesar de su drama exitencial y sus problemas llena de alegría la película, y por último Armando, cualquier adolescente puede identificarse con sus actitudes y el amor desde su punto de vista. Los personajes se forman, se transforman y crecen al igual que el pino, padecen, sufren, cambian evolucionan al igual que cualquier ser humano, porque eso son: personajes de carne y hueso.
Azul y no tan rosa es una patada a la televisión venezolana y un homenaje a todos aquellos que son distintos y que no les importa el qué dirán.

Una película que marca la diferencia y de la cual quedé enamorada, me quedo con la Azul y no Tan Rosa que te hace llorar hasta el final y reír desde el comienzo, es un rechazo y un reclamo vuelto arte y poesía que no deberían dejar de ver.

Azul y no tan Rosa son más que dos colores, es una paleta, un círculo cromático, y si quizás no logras verlo estás tal vez en la escala de grises. 














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