Samuel observa desde su terraza el ir y venir
de quienes transitan como si no hubiera llegado a nada. Él, se niega a
comprometerse con algo o alguien. Sin embargo, cuando una madrugada lo llaman
para avisarle que Clara ha muerto en un accidente, su vida comienza a cambiar.
Aunque él no conoce a ninguna clara, decide ir a su funeral, en un golpe de
curiosidad y aburrimiento. Ahí cae fascinado por la posibilidad de suplantar a
la persona con la que lo confunden y se inventa una relación con Clara para su
familia, entrando en un juego de mentiras en el que poco a poco pierde el
control, hasta el punto de no tener claro si eso que se ha inventado puede
salvarlo o hundirlo. Ovejero combina la intriga con el reportaje y narra en
primera persona, de manera cercana e irónica, cómo su protagonista va develando
qué es el amor y porqué lo necesitamos.
El crimen es el amor mismo, inventado como su
nombre lo dice. La invención del amor roza lo policíaco y el azar es el único
culpable, en una historia lineal que mantiene esa sensación de vértigo ante una
historia maravillosa, memorable y sencillo, que tiene la profundidad suficiente
para hacer una imagen del amor, su fragilidad y lo fácil que resulta
inventarlo.
Evidentemente,
nuestro personaje incursiona en las mentiras para salir de la rutina a la que
nos tiene sometidos la vida. El pulula por la vida como un don nadie, cansado
de vivir, solitario, con una vida sostenida en el vacío, donde todos consumen.
Y, sin duda, La invención del amor es un libro muy distinto, pues construye el
amor sobre una situación ficticia. Y Samuel asume poco a poco el simulacro de
esta vida que se ha inventado. Hasta caer enamorado de quien menos se lo
espera.
Ovejero hace un gran retrato psicológico de
la individualidad dentro de un triángulo amoroso poco convencional, con toques
existenciales, que abordan la identidad, las relaciones con el mundo, el miedo
y la mentira en el cotidiano existir, partiendo de una visión irónica de la
vida que le permite afrontar las situaciones en las que Samuel se ve sometido,
dentro de su perplejidad, irresoluto en una sociedad que lo ha transformado,
convirtiéndolo en el perfecto antihéroe de la literatura contemporánea.
El escritor incursiona en el alma humana,
ofreciendo una visión de la realidad, con toques de optimismo, llevando a su
personaje a la redención frente a la esperanza tras las mentiras. Examina a
quienes componen esta novela con una lupa que irrumpe en sus conciencias, en un
plano existencialista, partiendo de anécdotas y situaciones monótonas, llenas
de desesperación, drama y sinsentidos que desequilibran el rumbo de la novela,
convirtiendo a Samuel en un ser desnudo, desterrado de la pasión creativa y el
idealismo, a través de una historia de amor nada convencional, que muestra la
fuerza de la imaginación y su capacidad para reinventarnos y que surge
partiendo de las posibilidades del azar, con un Madrid contemporáneo de fondo
que es partícipe de su quiebre personal y social.
La invención del amor
es, así, un thriller intimista, pegado a la realidad, donde sus personajes
transitan por una sociedad actual, llena de preocupación y tensión. Va más allá
de una historia de amor, llena de humor negro y dureza, que permite casi tocar,
oler, ver y sentir a los personajes, que van tras la sombra de un precioso
cadáver que da pie a que todo ocurra, pues a partir de este se construye un
pasado inexistente pero necesario en su (nuestras) vidas, que permite recrear
facetas de la existencia y que da pie a las numerosas reflexiones sobre la
vida.
Es una novela rica en
matices, construida sin fisuras, con detalles originales y sorprendentes. En
definitiva, un libro espléndido sobre el ideal del amor y el Madrid del siglo
XXI, lleno de recuerdos, soledad, olvido y existencias vacías. Una obra que
atrapa desde la primera hasta la última palabra y que les recomiendo
encarecidamente.
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