Qué bonito es el amor. La piel del cielo es
la novela basada en la vida de Guillermo Haro, su esposo y astrónomo mexicano.
Poniatowska introduce a Lorenzo de tena, un hombre
increíblemente inteligente destinado a desentrañar los misterios de la
astronomía. Inconformista y rebelde, lucha contra las desigualdades sociales,
la burocracia y la política para alcanzar su vocación, en un camino lleno de
obstáculos que no vienen de parte de la ciencia, sino de la cara oculta de la
sociedad. La piel del cielo nos acerca como un telescopio a las estrellas y el
amor, construyendo un retrato fascinante de la psique humana.
Comienza siendo una historia aparentemente
sencilla de un niño curioso que analiza el mundo con cuidado y termina siendo
una poderosa tesis sobre la fuerza del miedo y la soledad. Lorenzo Tena se
presenta desde muy pequeño, lleno de preguntas que su madre responde
diligentemente. Va avanzando hasta convertirse en un gran científico que
encuentra en la astronomía el medio perfecto para no deshacerse nunca del
cuestionamiento, pero también para vivir oculto en un mundo ajeno a la
realidad.
Mediante este personaje idealista,
incorruptible, temeroso, ansioso por saber, la escritora nos muestra cómo la
burocracia, la corrupción y la pobreza ideológica mantienen en atraso a América
latina frente al mundo, siempre colonizada, fuera del saber, de la tecnología,
con personajes (y personas) que se revelan ante las limitaciones de la
marginación económica y moral.
Retrata a un hombre solo, inocente, reducido
a la nada bajo los escombros de un amor tardío bajo la sombra de la crianza
materna. En una gran paradoja, se nos presenta como un hombre realizado
profesionalmente, que ha hecho grandes investigaciones sobre las estrellas,
pero que es incapaz de sostenerse en el amor, desprotegido como un niño
abandonado. La sabiduría de la ciencia se coloca en contraposición a la
sabiduría del amor, que nace como esa fuerza indomable que vence a toda razón.
La piel del cielo, más allá de ser la gran
cúpula celeste, es la materia cósmica, insondable, incomprensible y tiránica de
la que los seres humanos estamos hechos. El libro nos lleva a emprender una
búsqueda del universo, de un país propio, de la existencia y de la clave de la
vida. Tras la piel del cielo sólo hay una nueva piel del cielo. No deja de
multiplicarse. Así como el científico, que siempre tiene una capa nueva. Tantos
enigmas como el universo guardamos nosotros, en pequeñas maravillas y miserias.
En el caos del universo, subyace un orden en perpetuo movimiento y en
equilibrio relativo, que así como los humanos choca, se cruzan, interactúan,
oscurecen, se repelen y se atraen.
En definitiva, una novela interesante, con
una gran carga psicológica que me ha gustado muchísimo y que les recomiendo con
todas las pieles de mi corazón.
PD: Mi amiga Nea hizo un análisis sobre la
figura machista de Tena en su reseña. Pueden revisarla aquí: http://www.neapoulain.com/2017/02/la-piel-del-cielo-elena-poniatowska.html
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/10589/1/ASN_11-12_23.pdf
Recuerdo que me encantó el final de este libro. LO AMO.
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