El feminismo empieza
educando. En esta ocasión, con su marcado tono directo, Chimamanda Ngozi
Adichie dirige una emotiva carta a una madre que acaba de dar a luz y le da
quince concejos, para que eduque a su
bebé en la igualdad, el respeto, el amor por los orígenes y la cultura;
rechazando los estereotipos, ligada a la lucha por una sociedad más justa.
Querida Ijeawele: Cómo
educar en el feminismo es una novela preciosa, que explica el feminismo de una
manera sencilla y bastante clara que, con sus explicaciones, conquistará por
igual a madres, padres, hijos e hijas, pues sugiere unas ideas sencillas para
formarnos en la igualdad.
Así, entre reflexiones tan honestas como necesarias, Ngozi es una pensadora y escritora extraordinariamente autoconsciente con la capacidad de criticar nuestra sociedad sin burla ni condescendencia ni polémicas impostadas, dejando claro que debe intentar ser una “persona plena” y que no existen las “superwomen”. “Desearía que “criar” no se hubiera convertido en un verbo, porque lo considero la raíz de ese fenómeno global de clase media que hace de la “crianza” una travesía inquietante, interminable, cargada de culpa”, agrega.
De nuevo, cuestiona
el lenguaje, los roles de género, la idea del matrimonio y las obligaciones,
defendiendo que todo puede impugnarse desde la educación. “Porque eres una niña”
nunca es una razón para nada, siendo este el principio radical que sustenta su propuesta,
pidiendo no ver a las niñas como seres que “deberían ser de una forma
determinada” y les pide “ver sus
puntos débiles y fuertes como los de un individuo, no la valores de acuerdo con
lo que debería ser una niña, valórala pensando en la mejor versión de sí misma”,
enseñándolas a ser amables, sinceras y valientes. “Dile que si algo le
incomoda, se queje, lo diga, grite”.
Este libro es una belleza. Como una amante
de la educación que soy, me parece un libro necesario e indispensable para
tratar en las escuelas, pues debemos educar con menos prejuicios, para dejar de
lado la sociedad patriarcal que nos
rodean. “Enseña a Chizalum a leer. Enséñale el amor por los libros. […]
Los libros la ayudarán a entender el mundo y a cuestionárselo, la ayudarán a
expresarse y la ayudarán en aquello en lo que quiera convertirse”, sin más nada
que decir.
En definitiva, el
feminismo depende del contexto y no de verdades absolutas. En Querida Ijeawele: Cómo
educar en el feminismo, Chimamanda Ngozi Adichie crea una visión para formar en
el feminismo como parte de la vida, en el respeto, hacia uno mismo y hacia quienes
nos rodean, nuestros orígenes y cultura que, sin duda, es una tarea complicada
en un mundo como este. Al fin y acabo, sólo buscamos un mundo más justo para
todos y, ante esto, ¿quién no quisiera ser feminista?
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