Me encantan las novelas que son narradas por niños.
He
leído mucho, pero sin duda ROOM o La habitación es de las novelas
que más me ha impactado. A lo largo de sus casi 400 páginas, la
historia te absorbe tanto como el secuestrador a sus personajes, casi
sin dejarte respirar, con esas sensación de no saber hasta donde va
a llegar.
Publicada
en 2010, la novela se inspira en los terribles y extraños casos de
Natascha Kampusch y el llamado monstruo de Amstetten, de los que hay
bastante material en internet y nos presenta
a Jack, el narrador de la historia, nacido y criado entre
cuatro paredes, que comparte con su madre, a quien conocemos como
Mamá, una joven que fue secuestrada a sus 19 años y que lleva 7
años cautiva sin haber vuelto a ver la luz del sol, siendo utilizada
sexualmente cada noche por el “viejo Nick”, como ellos llaman a
ese monstruo que los mantiene atrapados, en esa habitación donde lo
único que mantiene con vida a la chica es la idea de sacar a su hijo
de ese mundo que conoce y que nos va narrando a través de sus ojos
inocentes, mostrando un panorama doloroso y crudo, con una mirada
inocente y tierna.
El
sabe que El viejo Nick es alguien a quien temer, que los mantiene
escondidos allí, pero también es quien les compra la comida, les
tira la basura y cada domingo les concede un capricho. Su rutina se
hace soportable gracias a que mamá lo protege e inventa juegos,
mientras le da una educación lo más académica posible, hasta que
comienzan a planear su plan de escape, al mejor estilo de El conde de
Montecristo, que se convierte en su única esperanza de salir con
vida de La habitación.
Es así como Donogue da vida a Jack inspirándose en sus dos hijos, pues sólo conocemos su punto de vista, que no deja ver cómo está la madre, ni en qué piensa ni quién es realmente el Viejo Nick y para mi, eso ha faltado y me gustaría verlo en una segunda entrega, sin embargo, la frescura de Jack me ha encantado, porque le quita un poco el peso de angustia y tortura propio de la historia, dejando un sabor intenso de shock propio de una historia dramática e impactante, que no recomiendo a mentes cerradas y sensibles, pues aunque a pesar de que por momentos es increíblemente tierna, te parte el corazón en mil pedazos, pues como bien dicen, sólo los niños y los borrachos dicen la verdad.
Es así como Donogue da vida a Jack inspirándose en sus dos hijos, pues sólo conocemos su punto de vista, que no deja ver cómo está la madre, ni en qué piensa ni quién es realmente el Viejo Nick y para mi, eso ha faltado y me gustaría verlo en una segunda entrega, sin embargo, la frescura de Jack me ha encantado, porque le quita un poco el peso de angustia y tortura propio de la historia, dejando un sabor intenso de shock propio de una historia dramática e impactante, que no recomiendo a mentes cerradas y sensibles, pues aunque a pesar de que por momentos es increíblemente tierna, te parte el corazón en mil pedazos, pues como bien dicen, sólo los niños y los borrachos dicen la verdad.
Sin
embargo, el librarse del cautiverio supone un nuevo problema, porque
para Jack todos y todo es nuevo, la gente le asusta y todos las
situaciones nuevas también. Hasta cierto punto, extraña la
habitación porque ese era su hogar, pues mientras para su madre
supone un trauma, para él era todo lo que conocía. Mientras ella
está rota, Jack tiene una estrecha relación de dependencia con la
habitación y con su madre, pues es a fin de cuentas,
todo lo hizo por él y como ella misma le dice, todo el mundo
necesita su propia habitación, pero también un espacio para ella
que su hijo no comprende.
Porque
a fin de cuentas, Jack no deja en ningún momento conocer a su madre,
la anula hasta el punto de que ni nombre tiene, porque su mundo
empieza a ser algo más que ellos dos solos y ella quiere ser la
mujer que por tantos años estuvo presa, porque por más que parezca,
todavía no se han ido de la habitación, vivirán siempre en
ella,porque se ha convertido en algo que no es físico, que se
arraiga en ellos y en nosotros.
En definitiva, un libro complejo, del que espero ver una segunda parte narrada por la madre y cómo es su relación con su hijo. Una novela que habla del secuestro y de la dependencia de los hijos hacia la madre, de cómo esto se convierte en una habitación sin salida, donde el último que salga debe cerrar la puerta. Esta historia es más que recomendada, me ha gustado muchísimo y espero que la disfruten tanto como yo.
Hola Mariana :)
ResponderEliminarTengo este libro en mi wishlist desde que salió la película, a la que no quería ver hasta que leyera el libro pero no me aguanté las ganas jjajaja
La película me gustó mucho, es muy cruda, real y tierna por momentos y espero que el libro me guste más todavía!
gracias por la reseña, saludos