Gallegos se sirve de la selva del Orinoco para construir una
novela en torno a este paisaje, que impulsa a todos sus personajes a tomar un
rumbo. La lucha contra ella, el terror del caciquismo y el ansia de riquezas
giran en torno a Canaima, reflejada a través de sus personajes.
El escritor coloca a Mario Vargas como el personaje
principal, que a partir de su fuerza y valentía, se siente dominado por el ansia de aventura y
el deseo de encontrarse a sí mismo en el camino como hazaña personal. Movido por la angustia del que no encuentra
su camino, se inmiscuye en los ríos inmensos de Guayana, que lo sacuden y
reflejan su propia vida.
Así, Gallegos de nuevo propone una lucha entre lo humano y
lo salvaje, en un conflicto interior, donde la selva es amante y enemiga.
Existe siempre una lucha entre el bien y el mal, que de desencadenan
sentimientos de justicia y hombría que le dan soltura a la novela. Vargas se arrastra
a lo desconocido, a una Canaima avasallante, misteriosa, que supone un desafío
personal y la necesidad de un camino que le dé sentido a su vida.
Esto da pie a la explotación de la selva, a esa lucha entre
el hombre y la naturaleza que nos ha perseguido desde inicios de la humanidad.
Vargas se mide contra selva, donde Canaima, sombría y destructora y Cajuña,
buena, luchan, con culebras, arañas, fieras y oro, que explotan la lucha entre
los hombres.
Canaima envía la tempestad, invade el alma de Vargas y se
apodera de ella. Vencido, se sepulta en
una tribu, derrotado ante las divinidades selváticas. "La selva
virgen es como un templo de millones de columnas, limpio de matojos el suelo
donde la fronda apretada no deja llegar los rayos solares, solemne ysañuda
en penumbra misteriosa, con profundas perspectivas alucinantes".
Su centro es el Orinoco, la lucha salvaje y las
emociones que desata. Canaima es primitiva, dura, donde los hombres o asumen o
mueren. Marcos encuentra un destino que quizá no era el suyo y se desvía el
sentido de su vida, sin embargo, el caudal impetuoso y las emociones seguirán resonando.
Rómulo Gallegos posee un poder increíble para describir a un país, con su
naturaleza, paisajes, mitos, miserias, bondades y supersticiones. En su obra
revela un gran mural geográfico y social, describiendo cada mínimo detalle que
nos compone como país. Años después, la fuerza de Canaima sigue imperando y es,
en definitiva, el latir que trae consigo la vigencia de una novela como esta.
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