Doña Inés contra el olvido, Ana Teresa Torres.



En Doña Inés contra el olvido, Ana Teresa Torres abarca casi tres siglos de la historia venezolana, por los cuales el personaje se pasea para contárnosla a su manera,  desde una voz femenina que, desde el más allá, narra episodios de un país colonial, hasta llegar a mediados de los ochenta en el siglo XX. El devenir de su historia nos la muestra como una víctima del tiempo y de los paradigmas sociales que hacían de la mujer un apéndice del hombre y la dueña de las labores hogareñas. A partir de ahí, Doña Inés se revela para contar su manera de ver la vida y, sobre todas las cosas, hablar de sí misma por encima de su soledad implacable, que da pie a esta maravillosa novela.

Doña Inés se alza como una mujer poderosa y omnipresente, cuyo pensamiento traspasa la barrera lógica del tiempo, donde sólo ella tiene cabida, dotando de nostalgia a todo lo que ha vivido y que el tiempo ha dejado atrás, en un proceso de redescubrimiento. Desde su posición, opina de política, se permite ver la historia y hacer un recorrido sobre ésta con una visión más crítica, desde un ojo que ya no es de este mundo y que da una descripción de su época, en un largo recorrido de trescientos años.

Ana Teresa Torres perfila a Doña Inés desde su interioridad, dándole una feminidad y una visión del mundo, que parte de su soledad, en una época donde la mujer estaba supeditada a los designios del hombre y las labores del hogar. Así, la vuelve una rebelde silente que se le impone a la tradición y a los cánones machistas, proyectando su memoria hacia un país entero.

Es un personaje todopoderoso, todo lo ve, todo lo oye y todo lo sabe. Viene del más allá, en el estricto sentido literal de la frase, para hablar consigo misma y dejarnos el recuerdo de ello. Le sirve a la autora para mostrar una época concreta. “Y es que había de todo Alejandro, en aquella Caracas gomera y provinciana, dividida entre los que soportaban el dolor de algún preso engrillado y los que se enriquecían a la misma velocidad con que el petróleo brotaba de la tierra”, dice, ligando la ficción con la realidad histórica, en un relato que denuncia y que critica.

Traza una cosmogonía de la mirada femenina de la mujer venezolana a lo largo del tiempo y busca reivindicar su imagen de mujer a través de la historia, en honor a la dignidad de todas las mujeres que vivieron, como ella, en una época que le imponía barrotes a la libertad de su mente. Ella se expande para luchar contra el olvido de las sinrazones e infamias de nuestro pasado como país. La matriarca se niega a dejar de lado la intolerable pesadilla de lo histórico.

“Hablando se entiende la gente”, concluye. Doña Inés contra el olvido es una novela indispensable, que no tiene nada que envidiarle a obras más reconocidas y que presenta a un personaje de otro mundo que, así como la autora, consigue crear una voz propia que desafía al dominio masculino en la sociedad que la rodea. En definitiva, una novela que une muchos años de historia y que le da voz a una matriarca caraqueña que lucha contra el olvido eternamente.


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